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miércoles, 8 de agosto de 2012

CARTA ABIERTA A LOS CAMARADAS DE DAZIBAO ROJO



“el aspecto principal y el no principal de una contradicción se transforman el uno en el otro y, en consecuencia, cambia la naturaleza de la cosa. En un determinado proceso de desarrollo de una contradicción o en una etapa dada de éste, el aspecto principal es A y el aspecto no principal es B, pero en otra etapa o proceso, los papeles se invierten; este cambio lo determina el grado en que ha crecido o disminuido la fuerza de cada aspecto en su lucha contra el otro durante el desarrollo de la cosa.”

Saludos de clase.

Nuestro partido estableciendo la necesaria prelación de contradicciones al interior del Movimiento Comunista Internacional manifiesta que la contradicción principal y antagónica es la existente entre lo correcto y lo erróneo, entre línea proletaria-revisionismo o entre marxismo-leninismo-maoísmo e ideología burguesa en filas del proletariado, puntualizando que el revisionismo además de ser el principal peligro de la revolución es el principal peligro u obstáculo para la unidad en el MCI, de ahí el imperativo de combatir la corriente Prachanda, Avakián o las líneas oportunistas de izquierda y derecha que se evidencian en el Perú y en otros procesos donde el proletariado brega incansablemente por ser vanguardia ideológica de la Revolución Democrática de nuevo tipo.

La contradicción principal entre el marxismo-leninismo-maoísmo y el revisionismo se evidencia en el problema central de toda revolución: el Poder, es decir los comunistas cuando abordamos el problema del revisionismo no lo hacemos por fuera de la contradicción existente entre proletariado y burguesía.

Es sobre esta base: Poder, donde orbitan las concepciones correctas o erróneas. Es ahí donde se genera el punto de inflexión que nos coloca a unos y a otros en posiciones irreconciliables y de lucha a muerte por prevalecer.
Para nosotros es fundamental entender y centrar nuestra lucha en esa dirección no obstante considerar que hay otro tipo de contradicciones que pueden ser llevadas adelante o dirimidas en el seno del pueblo en la medida de que con este grupo de organizaciones tenemos una base de identidad definida y que consiguientemente deben tener otro tipo de tratamiento. Es decir, nuestro Partido considera que los camaradas de Dazibao Rojo tienen con nosotros y con el proletariado internacional puntos de convergencia e identidad ya que compartimos criterios sobre la revolución de Nueva Democracia, el rol del proletariado en ese proceso, la inevitabilidad de la Guerra Popular como vehículo y estrategia, la continuidad del proceso hasta la construcción del socialismo, etc.,  pero que también subsisten otros elementos que nos ubican en franca lucha de líneas y que nos empuja a  direccionar los esfuerzos por desplegar lucha ideológica contra lo que nosotros consideramos posiciones centristas que hoy en día son una expresión lastre de la bancarrota del MRI  y que se convierten en insumos políticos para que el revisionismo pueda ir apuntalando sus execrables posiciones en filas del proletariado y de la revolución.

No dar correcto tratamiento a este tipo de contradicciones observando la intención constructiva; no utilizar el método dialéctico, democrático que se apoye en la persuasión, en la crítica y en la auto crítica para tratarlas puede colocarnos en escenarios complejos donde las contradicciones tomen carácter antagónico, situación que definitivamente aspiramos no se precipite en este escenario ideológico que estamos impulsando en torno al PCN-M y todos quienes consideran a este partido una opción revolucionaria del proletariado y pueblo del Nepal.

El centro internacional del revisionismo ha anclando con un plan endémico en el Nepal. Es en torno a PCNU (M) donde la “Nueva síntesis” de Avakián y lo más podrido del revisionismo encabezado por Prachanda y del PCNU-M van consolidando posiciones que más allá de jugar su protervo papel de internacionalizar sus erróneas y perniciosas tesis capituladora y ajenas al marxismo-leninismo-maoísmo en el MCI (que ya encuentra oídos receptivos en el imperialismo chino) es el lugar desde donde se planifica la infiltración ideológica a la Guerra Popular en la India. De ahí la vital importancia de mantener una posición inflexible en términos tácticos y estratégicos. Cerrar filas en contra de la ambigüedad ideológica o en contra de las falsas ilusiones que se está descargando en el PCN-M no dudamos aportará también en el decidido combate al revisionismo prachandista que no encontrará argumento ni apoyo sino en sus aliados, la gran burguesía, los grandes terratenientes feudales, desde luego el imperialismo y quienes no quieran revertir el proceso centrista que en los últimos tiempos los aproxima a paso de gigante al barranco del revisionismo, escenario donde la lucha pierde su carácter constructivo para convertirse en determinante, antagónica, irreconciliable: a muerte.

De manera reiterada hemos sostenido la importancia de apoyar toda intención y esfuerzo por retomar los fueros de la Revolución de Nueva Democracia, pero consideramos que el actual PCN-M y su dirigencia no son quienes han concurrido a ese llamado histórico del proletariado, pueblo del Nepal y desde luego del MCI por reafirmar el andar de los camaradas que en 1996 dieron inicio a la Lucha Armada y con ella encendieron el fuego revolucionario de la Guerra Popular.

Camaradas, en días pasados ustedes hacían conocer al MCI en el artículo publicado en el Blog con el título: NEPAL: “El camarada Kiran advierte de la reanudación de la guerra popular” que precisamente Kiran “amenaza” al viejo estado reestructurado por el revisionismo de Prachanda y su camarilla que “de no llegar a  un acuerdo sobre una Constitución al servicio del pueblo  el Partido reanudaría la Guerra Popular”, y es aquí donde consideramos oportuna hacer la siguiente pregunta:

¿Será que Kiran -contrario a lo que ustedes manifiestan- considera que sí existen condiciones al interior de la clase y de las masas para “lanzarse al monte “ al “re inicio de la lucha armada”  pero ya no para destruir el viejo Poder  y dar paso objetivamente a la Nueva Democracia, pero sí hacerlo para  tratar de operar sobre la superestructura del Estado proclamando la necesidad de una Nueva Constitución que se supone debe estar al servicio del pueblo sin reflexionar a quién sirven las leyes, el estado, la democracia?. Es decir, hay condiciones para retomar la “Guerra Popular” como un burdo chantaje para hacerle el juego democrático al viejo Estado desde la instrumentación violenta pero no para la destrucción del viejo Poder y la construcción de la base material para ejercitar la dictadura obrero-campesina.

Lo que no considera Kiran, el PCN-M y ustedes camaradas es que para forzar cambios constitucionales no se necesita Guerra Popular en la justa medida de que la Guerra Popular es la guerra que lleva adelante las masas aliadas en un Frente Democrático, instrumentado con el Ejército Popular y el Partido Comunista con tareas concretas: destrucción del viejo Poder y construcción de la Nueva Democracia que es el Poder de obreros, campesinos y burguesía nacional cuyo sistema de estado es la dictadura obrero-campesina. Para los propósitos de Kiran son suficientes la elecciones burguesas y eventualmente la amenaza de recurrir a la violencia sin que esto evidencie necesariamente la existencia de contradicciones antagónicas sino propias del régimen democrático burgués.

Kiran amenaza utilizar cualquier cosa menos Guerra Popular. Es evidente que hasta en eso han perdido la perspectiva política e histórica del qué hacer de los instrumentos de la revolución.
Al igual que Prachanda, Kiran y su Partido desdeñan  de la concepción y carácter de clase de la democracia burgués-terrateniente para avalar o vivificar el sistema de gobierno al pretender operar sobre la falsa ilusión del constitucionalismo burgués.

Camaradas, si esto no es oportunismo que nutre posiciones revisionistas ¿qué es entonces?

Es evidente que el PCN-M reduce el programa de los comunistas y sus aliados (Nueva Democracia) a una elemental reforma legal-constitucional cuya base material se recrean entre la semi coloniedad y la semi feudalidad.

Por el contrario camaradas, estas declaraciones de Kiran nos sugiere la existencia de un contexto subjetivo que aún pervive y se manifiesta en ciertas formas de organización al interior del proletariado, campesinado pobre y del pueblo del Nepal que conservan la intención revolucionaria y que pueden allanar el camino por retomar la Guerra Popular en condiciones de ventaja, sobre todo ahora que conocen de mejor manera quiénes son sus enemigos, los aliados de éstos (revisionismo) y quienes mantienen comportamientos de duda y ambigüedad. Definitivamente eso termina por fortalecerlos, por fortalecernos.

Nos llama también la atención la pretensión que evidencia Kiran y el PCN-M de construir partido e imprimir aparentemente “línea correcta” desde la legalidad burguesa y desde la interacción con la instrumentación estatal, aspectos que oportunamente señalábamos como demostración no solo revisionista sino también oportunista cuyo portaestandarte en sud América es el Partido Comunista Marxista-Leninista-Maoísta de Bolivia.

Camaradas, nosotros reconocimos y saludamos oportunamente vuestras manifestaciones de solidaridad ante la arremetida del viejo estado y del gobierno fascista de Alianza País contra nuestro partido, pero eso no nos ata ni nos compromete a posicionamientos que no compartimos y que por el contrario lesiona la unidad objetiva de los comunistas. No duden camaradas que nuestra reacción internacionalista será igual en la medida de que el enemigo de la clase, del pueblo y de la revolución atente contra vuestro colectivo en tanto manejen una posición coherente con los principios del marxismo-leninismo-maoísmo. Insistimos que desde nuestra posición prima el criterio de UNIDAD-CRITICA UNIDAD que entendemos es el verdadero fundamento de  la unidad al interior del Movimiento Comunista Internacional.

No nos negamos a la posibilidad de que entre los miembros de la antigua dirección del PC del Nepal potencialmente puedan existir dirigentes que tengan pretensiones por retomar o emprender por la reconstrucción del PC direccionándolo a retomar las armas o las tareas que tengan que promover para ir una vez más por los fueros del Poder, pero definitivamente quienes están al frente del PCN-M no responden a los requerimientos de la clase y del pueblo. Por lo menos sus mensajes políticos no reflejan esa intención.

Camaradas, si combatir a Kiran y al PCN-M en alguna medida aporta  a anular sus posiciones erróneas y los estimula a corregir camino, pues bien, el MCI habrá dado un salto cualitativo; y si combatirlos y denunciar su ambigüedad que hasta ahora se muestra afable con el viejo estado reformado en el Nepal y terminamos desenmascarándolos ante la clase y el pueblo,  también el MCI habrá dado un salto cualitativo porque definitivamente nos vamos depurando,  fortaleciendo en la lucha ideológica y caminando en la dirección correcta.

Lo contrario, si se persiste en apuntalar y respaldar por parte de ustedes a una propuesta como la que va evidenciando en el camino el PCN-M sin mensaje alguno que adelante la Revolución de Nueva Democracia y que se enreda en los entresijos de la democracia burguesa, la mala repartición de cuotas políticas, infraestructura, etc., utilizando vilmente el chantaje de la “Guerra Popular” de la manera más pragmática y alevosa, definitivamente es porque han decidido apoyar lo erróneo, lo contrarrevolucionario, concluyentemente apoyar al imperialismo, a la gran burguesía, a los grandes terratenientes y al revisionismo más pútrido y obsecuente del presente siglo  colocándose “en la otra colina”.

Camaradas. Desde nuestra sencilla posición de haber vivido un proceso complejo que nos puso a la puerta de la aniquilación pero también de un decidida y victoriosa lucha por la rectificación, de haber validado en la teoría, en la práctica y en la necesidad de contar con una correcta guía para la Revolución de Nueva Democracia y el Socialismo teniendo como centro el papel fundamental del proletariado en estos procesos, desde la auto crítica producto de haber trajinado caminos erróneos y desde la ventaja de haberlos superado con interpretación correcta de la ideología nos permitimos una vez más sugerir observar de mejor manera el escenario de la lucha de clases en el Nepal, sus componentes, establecer de mejor manera quiénes son los enemigos de la Guerra Popular y con ella de la Nueva Democracia y quiénes son los verdaderos aliados y conductores del correcto proceso de quienes el proletariado, pueblo del Nepal y el Movimiento Comunista Internacional aún estamos a la espera de su protagonismo cierto.

Camaradas. La clase y sus aliados lo queremos todo: EL PODER. La Constitución al servicio del pueblo, democracia participativa, repartición de “cuotas de Poder”, infraestructura, etc., para el reformismo burgués, el revisionismo y el oportunismo de nuevo laya.

Es un imperativo recordar una vez más la cita de Lenin: ¡SALVO EL PODER, TODO ES ILUSIÓN!

Fraternalmente,

PCE-SR


¡VIVA EL MARXISMO-LENINISMO-MAOÍSMO!

¡GLORIA A LA CONDUCCIÓN PROLETARIA DE LA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA DE NUEVO TIPO!
¡COMBATE SIN CUARTEL Y  MUERTE AL
REVISIONISMO!

O EL CENTRISMO ASUME LA LÍNEA CORRECTA, ES DECIR EL MARXISMO-LENINISMO-MAOÍSMO O SU DESTINO ESTÁ EN EL BARRANCO DEL REVISIONISMO

¡INFLEXIBILIDAD ESTRATÉGICA Y TÁCTICA CON EL REVISIONISMO!

NO PERMITIR QUE EL REVISIONISMO ANIDE EN EL CENTRISMO Y SE APOYE EN SU AMBIGÜEDAD PARA DIFUNDIR Y AVALAR SUS PRETENCIONES DE CONJURAR LA GUERRA POPULAR Y LA REVOLUCIÓN DE NUEVA DEMOCRACIA EN EL NEPAL Y LA INDIA

¡VIVA LA GUERRA POPULAR EN LA INDIA, FILIPINAS, TURQUÍA Y EL PERÚ!




A CONQUISTAR EL SOL ROJO DE LA LIBERACIÓN: EL COMUNISMO

miércoles, 1 de agosto de 2012

A PROPÓSITO DE LA VISITA DE KIRAN A CHINA



Durante estos últimos meses hemos podido observar como la mal llamada  “línea roja”  en el Nepal va sufriendo un reordenamiento dramático que lo alinea a la cola del revisionismo de Prachanda y de la nueva estructura democrático-burguesa que sigue manteniendo el mismo fundamento de clase  que existía antes del inicio de la Guerra Popular en 1996.

Los mensajes que han venido remitiendo al proletariado, pueblo del Nepal y al MCI, en primera instancia como ex combatientes  y posteriormente como Partido:  Partido Comunista del Nepal-Maoísta, lejos están de la decidida ruptura que debe presentarse con el viejo estado burgués-terrateniente, por el contrario, poco a poco se van delineando como un aparejo democrático (burgués) de oposición al régimen gubernamental que ensaya  legitimar la democracia burguesa como escenario de lucha para el pueblo del Nepal. Es decir, el comportamiento político e ideológico de la “línea roja” está totalmente ajeno al correcto manejo de las contradicciones antagónicas que tiene el pueblo con el viejo Estado, manifestación que implica desdeñar de la democracia burguesa, fomentar la reconstrucción del Partido bajo los preceptos del marxismo-leninismo-maoísmo cuyo eje central es la Guerra Popular con la tarea de destrucción del viejo Poder y construcción del Nuevo Poder, expresión de la dictadura conjunta de obreros y campesinos.

La creación por parte de la falsa “línea roja” de un “Tercer Frente” compuesto por 12 organizaciones que luchen por la “Soberanía Nacional y por una Constitución que esté al servicio del pueblo” muestran al MCI la decisión de éstos revisionistas por apuntalar o consolidar en el seno de las relaciones de producción semi feudales y semi coloniales la patraña revisionista de Prachanda abonando con temas y tareas subjetivas que operan básicamente en el campo de la superestructura estatal y que en nada se reorientan a los preceptos o programa de lucha esgrimidos en 1996 cuando se dio inicio a la Guerra Popular. Es decir,  se facultan para sí un Frente que  no cumple con la línea política del Partido Comunista pertrechado con la ideología correcta y que debe ser el espacio donde se materializa la alianza obrero-campesino-burguesía nacional y donde se brega por la construcción del Nuevo Poder bajo dirección proletaria, relegando este instrumento a una mera expresión de lucha “legal” por “la soberanía y la Constitución”, es decir eructos reformistas y revisionistas manifiestos de manera abierta y tajante.

Es dentro de ese contexto servil y cómplice con la democracia prachandista que Kiran, representante del PCN-M realiza una visita oficial a China con la finalidad de buscar apoyo para contrarrestar –a decir de él- las pretensiones de la India de fomentar su intromisión en el Nepal.

Absolutamente nada justifica este y otros tantos hechos emprendidos por el PCN-M que desdicen de manera categórica de su condición de maoístas, por el contrario desnudan su condición de oportunistas, fomentan las tesis de amparo en el imperialismo Chino que a la luz de los marxistas tiene el mismo efecto que con cualquier otro imperialismo, además de consolidar las posiciones revisionistas del Nepal en el escenario del revisionismo internacional.

“El oportunista, por su misma naturaleza, esquiva siempre plantear los problemas de un modo preciso, definido, busca la resultante, se arrastra como una culebra entre puntos de vista que se excluyen mutuamente, esforzándose por ´estar de acuerdo´ con uno y otro, reduciendo sus discrepancias a pequeñas enmiendas, a dudas, a buenos deseos inocentes..”
Lenin.

Tanto las declaraciones de los camaradas del Colectivo Odio de Clase como de Futuro Luminoso tienen los suficientes argumentos de clase para desenmascarar el servil propósito de quienes se dicen enarbolar las banderas de la Revolución Democrática de Nuevo Tipo (ND) en e Nepal.

Nuestro Partido: PCE-SR, saluda y respalda las declaraciones de los camaradas de Odio de Clase, ODC y Futuro Luminoso por considerarlas oportunas, combativas y portadoras de absoluta objetividad, a la vez rechazamos la posición de los camaradas de Dazibao Rojo cuyos fundamentos son incoherentes con los más elementales principios del marxismo-leninismo-maoísmo al avalar no solo las diatribas ideológicas del PCN-M y de la falsa “línea roja”, sino también el conciliábulo revisionista en China.

De manera equivocada los camaradas de Dazibao Rojo tratan de buscar fundamento en el camarada Stalin y el P. Mao al cometido de Kiran en China sin entender que cualquier posición que asumieron los camaradas Stalin y el Presidente Mao lo hicieron sobre una base concreta y de clase: la dictadura del proletariado en la URSS y la dictadura conjunta obrero-campesina y posteriormente a la Gran Revolución Cultural como dictadura del proletariado en la China, aspecto que los camaradas “pasan por alto” en la medida de que la visita de Kiran a China tiene como cimiento la dictadura burgués-terrateniente en el Nepal reestructurada por el revisionismo de Prachanda, simplificando el quehacer del dirigente revisionista (Kiran) a una mera expresión de lucha pequeño burguesa contra el “imperialismo” indio y la descarada entrega o servilismo al imperialismo chino.

Es importante recordar a los camaradas de Dazibao Rojo que solo la Revolución de Nueva Democracia (traicionada por Prachanda y sus cómplices) puede cumplir con las tareas de Liberación Nacional adjuntas a la destrucción de la semi feudalidad y del capitalismo burocrático, tareas que no pueden ser escindidas una de otra, ya que hacerlo refleja únicamente las desviaciones oportunistas preñadas de ideología burguesa.

Nosotros coincidimos de manera decidida con los camaradas de Dazibao Rojo en la necesidad de apuntalar esfuerzos e internacionalismo proletario con cualquier manifestación que se pronuncie y bregue por retomar los fueros de la Revolución de Nueva Democracia en el Nepal. No hay duda de la coincidencia, sin embargo esa conjunción se ve contundentemente quebrantada cuando los camaradas de manera precipitada y muy por fuera del contexto ideológico de la clase apoyan una corriente que termina por fortalecer si no a Prachanda y su pútrido revisionismo, la legitimidad de la dictadura burgués-terrateniente y su instrumentación democrático-constitucionalista que ha sabido capitalizar para sí los alcances de la Guerra Popular readaptándolos a los requerimientos de la necesaria reforma estatal que demanda el imperialismo y sus aliados por conjurar fundamentalmente la Guerra Popular y sus verdaderos objetivos.

Nuestro partido ha trazado ya una línea divisoria entre nosotros y el revisionismo de Prachanda, Avakián y otros. Es una línea insalvable donde a nuestro criterio media también la necesidad de confrontarlos no solo en el plano de la lucha política sin derramamiento de sangre (teórica) sino de imprimir comportamientos cruentos y determinantes. Esa es una necesidad dialéctica que ya supo ejemplificarnos de manera histórica el P. Mao, los camaradas del PCP, de la India, etc. Las contradicciones con el revisionismo tienen carácter antagónico, irreconciliable y deben tratárselas de la misma manera cómo debemos tratar los antagonismos con el imperialismo, la gran burguesía, los grandes terratenientes que en definitiva son agentes de la misma colina.

No obstante también tenemos claro que la lucha contra el centrismo no tiene todavía las mismas características que se le imprime a la lucha contra el revisionismo, pues estamos conscientes que aún dichas contradicciones (con el centrismo) pueden ser dirimidas dentro de la lucha ideológica en el seno del pueblo. Lucha que debe ser plena, definida, precisa, bien posicionada ideológicamente, frontal y constructiva, no devaluada a una condición del simple debate, sino elevada a lucha ideológica en condiciones que nos permitan además de fortalecer el MCI, dar paso a un nuevo reordenamiento político ante la bancarrota del MRI, aplastar cualquier desviación que pueda servir de apoyo al revisionismo que permanentemente se reformula estrategias y facetas como sucede hasta ahora con el actual PCM Maoísta y su dirección en el Nepal. Es en esa medida que consideramos importante persistir en la lucha ideológica con quienes avalan la falsa “línea roja” en Nepal como una alternativa viable y convincente ideológicamente en el pro-seguir de la Revolución de Nueva Democracia en el Nepal, aspecto que en nada nos exime de apoyar militantemente cualquier manifestación cierta que verdaderamente bregue por los certeros objetivos del proletariado y pueblo del Nepal.

Dentro de este contexto nos permitimos hacer un llamado a los camaradas de Dazibao Rojo a observar de mejor manera las condiciones en las que se desenvuelve la lucha de clases en el Nepal, el rol del revisionismo y el peligro que conlleva a la unidad de principios del MCI las posiciones centristas que a decir de nuestro Partido son el umbral al revisionismo.

Mientras la condena a Prachanda que ejercita el PCN-M se queda anidada en el seno del sistema de gobierno y no se direccione de manera resuelta al sistema de estado y vuelva sobre los fueros de la Revolución de Nueva Democracia nada se habrá hecho en el Nepal y la tarea se manifiesta aún pendiente para que el proletariado que con correcta dirección ideológica asuma la responsabilidad en el escenario y condiciones apropiadas, mientras tanto para Prachanda y sus acólitos nuestro profundo odio de clase, para el centrismo, nuestra franca lucha ideológica manifiesta en el documento conjunto convertido en una poderosa arma de lucha de mayor trascendencia histórica después de la bancarrota del revisionismo y del MRI: ¡LA UNIDAD INTERNACIONAL DE LOS COMUNISTAS EXIGE LA DERROTA DEL REVISIONISMO Y DEL CENTRISMO!


EL COMBATE AL REVISIONISMO ES UNA NECESIDAD IMPOSTERGABLE, INEVITABLE Y CONTUNDENTE

LA LUCHA CONTRA EL IMPERIALISMO Y CUALQUIERA DE SUS MANIFESTACIONES NO PUEDE ESTAR DESLINDADA DE LA LUCHA CONTRA LA SEMI FEUDALIDAD Y EL CAPITALISMO BUROCRÁTICO

SI NO LUCHAMOS POR EL PODER, NADA HEMOS HECHO

BREGAR INCANSABLEMENTE POR LA UNIDAD DE PRINCIPIOS EN EL MOVIMIENTO COMUNISTA INTERNACIONAL

¡VIVA EL MARXISMO-LENINISMO-MAOÍSMO!

¡VIVA LA GUERRA POPULAR EN LA INDIA, FILIPINAS, TURQUÍA Y PERÚ!


  
A CONQUISTAR EL SOL ROJO DE LA LIBERACIÓN: EL COMUNISMO