Sólo los bribones o los
tontos pueden creer que el proletariado debe primero conquistar la mayoría en
las votaciones realizadas bajo el yugo de la burguesía, bajo el yugo de la esclavitud
asalariada, y que sólo después debe conquistar el Poder. Esto es el colmo de la
estulticia o de la hipocresía, esto es sustituir la lucha de clases y la
revolución por votaciones bajo el viejo régimen, bajo el viejo Poder.” Lenin
Es
dentro de este contexto de crisis del viejo estado y la reforma del mismo en el
que se desenvuelven las elecciones para elegir gobiernos seccionales.
Este
nuevo proceso electivo cobra particular importancia para la burguesía
burocrática porque le permitiría prolongar
condiciones afables para profundizar la reestructuración del estado,
establecer ciertos cambios en la “matriz productiva” que a decir del régimen “propicia
la industrialización del país”, proceso que definitivamente no irá más allá de desarrollar cierta industria
complementaria a la producción transnacional (imperialista) que es la que
verdaderamente mueve el escuálido sistema productivo nacional. Bien lo decía
Mariátegui, el imperialismo no permite el
desarrollo de la industria nacional.
La
posibilidad de que se desarrolle la industria nacional es improbable bajo la figura
de un país como el nuestro que sigue siendo semifeudal (subsistencia de
relaciones de producción semifeudales, precario desarrollo de las fuerzas productivas,
latifundio, gamonalismo, servidumbre, semi servidumbre) y semi colonial en el
que se desarrolla un capitalismo burocrático sometido principalmente al
imperialismo yanqui, hoy en pugna con otras potencias imperialistas,
particularmente con China.
Está
escrito y demostrado el carácter de clase que tienen las elecciones en
cualquiera de sus exposiciones dentro de la democracia
burguesa-terrateniente. Pensar en la
posibilidad de participar en ellas, apoyarlas o avalarlas no pasa de ser sino
un acto de traición a la clase, al pueblo y de claudicación ideológica ante el
viejo Estado y la ideología burguesa que encuentra en estos espacios la
posibilidad de revalidar su instrumentación política y con ella todo el sistema
de opresión al proletariado, campesinado pobre, y demás masas explotadas y
oprimidas del país.
“…
lo principal de las elecciones es boicotearlas y si es posible impedirlas. ¿Por
qué planteamos esto? ¿Qué va a ganar el pueblo? […] Nada va a ganar con la
renovación electoral, eso creo que es una cosa muy clara en la historia del
país. P. Gonzalo
El
circo electoral se ha desatado y con él la intención del revisionismo de
utilizar la “trinchera electoral” para engañar a las masas, estabularlas dentro
de la democracia farisea, burda, de clase (burguesa). Bien lo dice el
Presidente Gonzalo, nada puede esperar el
pueblo de las elecciones o de un nuevo gobierno, “la tendencia es rechazarlas” y hay que trabajar en eso, bregar
porque el pueblo reconozca en ellas a un sistema de ordenamiento
burgués-terrateniente que no coincide con el programa y las tareas del
proletariado y el pueblo.
Hay
que desenmascarar al revisionismo y al oportunismo de viejo y nuevo cuño que
convergen en el constitucionalismo y elecciones burguesas para distraer a las
masas y propender en ellas la renuncia a la lucha por el Poder, de la lucha
violenta por conquistarlo y sobe todo extraviarlo de las tareas inmediatas como
la revolución de Nueva Democracia cuyo
fundamento se manifiesta como una de las formas de la dictadura del
proletariado en construcción.
Recordar
siempre que las elecciones viabilizan el camino burocrático que es la vía
burgués-terrateniente. Que combatirlas allana el camino democrático, que es el
camino del pueblo bajo dirección
proletaria en la Nueva Democracia.
PUEBLO DEL ECUADOR: ¡NO
VOTAR!
¡A PREPARAR Y DESARROLLAR GUERRA POPULAR HASTA EL COMUNISMO!
¡A BOICOTEAR EL SISTEMA ELECTORAL BURGUES-TERRATENIENTE!
¡DERROTAR AL IMPERIALISMO!
¡APLASTAR AL REVISIONISMO!
A CONQUISTAR EL SOL ROJO DE LA LIBERACIÓN: ¡EL COMUNISMO!