DECLARACIÓN DE APOYO
A LA GUERRA POPULAR EN LA INDIA
El imperialismo, fase
superior y última del capitalismo, fase de agonía y descomposición del sistema
capitalista mundial, ha sido y sigue siendo un parásito de la sociedad, una traba
a su progreso, un devorador de hombres y un destructor de la naturaleza.
Anhelar un nuevo modelo de capitalismo sin imperialismo, es un ensueño pequeño
burgués. Pensar en vencer al imperialismo sin necesidad de la Revolución Proletaria
Mundial, o pretender triunfar en ella sin derrotar al oportunismo, es
antiimperialismo de palabra, apología imperialista de hecho. Más allá del
imperialismo sólo sigue la Revolución Proletaria Mundial y la Sociedad Socialista
bajo la Dictadura
del Proletariado, que llevará a la Sociedad Comunista
sin explotación del hombre por el hombre, sin diferencias de clase, sin guerras
y sin Estado.
Contra la Revolución Proletaria
Mundial – la tendencia histórica principal en la época del capitalismo
moribundo – se alza la burguesía de todos los países imperialistas en asocio
con las clases reaccionarias de todos los países oprimidos, pretendiendo evitar
la sepultura del sistema imperialista mundial de opresión y explotación, por
ser un sistema caduco e incompatible con la existencia de la sociedad, un
sistema cuyo ropaje de igualdad, democracia y libertad, ha sido rasgado por la
actual crisis económica, dejando al descubierto la colosal acumulación y
concentración de capital y riqueza en la propiedad privada de los grupos
parásitos monopolistas, en contraste con la miseria acumulada en la sociedad
cuyo trabajo produce la riqueza. Ante tan dramática realidad ¡No basta
resistir! ¡Es necesaria la revolución!
La India es un ejemplo material y gigantesco de esa
situación. Es un hervidero de explotación, donde la esclavitud asalariada se
refuerza con formas antiguas de explotación del trabajo, en un único proceso
donde mil millones de personas producen para que unas minoritarias clases
dominantes con sus amos y socios imperialistas, se apropien y concentren en sus
manos toda la riqueza. La India
es una cárcel subcontinental, donde bajo el emblema de la democracia se ejecuta
la sanguinaria dictadura de la burguesía, los terratenientes y el imperialismo
sobre las clases trabajadoras, con reaccionarias campañas militares como la
llamada “Operación Cacería Verde” contra la justa rebelión de las masas
trabajadoras más pobres del país.
En consecuencia, las
agudas contradicciones sociales han convertido a la India, en un bastión y
avanzada de la
Revolución Proletaria Mundial, donde el Partido Comunista de la India (Maoísta) dirige la Guerra Popular de
las masas oprimidas y explotadas alzadas en armas contra todo el poder político
y económico de los opresores y explotadores, nacionales y extranjeros, dispuestas
a derrocar y destruir el Estado reaccionario, y construir el poder de un nuevo
Estado de obreros y campesinos, cuyos embriones ya surgen en diversas zonas
donde el poder militar de los explotadores ha sido derrotado y en su lugar se
instauran órganos de Gobierno del Pueblo respaldados en la Milicia Popular, a
su vez embrión del armamento general del pueblo en el futuro Estado de Nueva
Democracia, como una forma de la
Dictadura del Proletariado.
La “Operación Cacería
Verde” es un componente de la guerra injusta y reaccionaria contra el pueblo de
la India,
repudiada no sólo por los obreros, campesinos, tribus y pueblos, sino también
por sectores democráticos y progresistas, dentro y fuera de la India.
La Guerra Popular es por el contrario, una guerra revolucionaria
justa y la vía de la
Revolución en la
India, contra el Estado reaccionario protector de los
privilegios de clase de todos los explotadores. Una guerra que merece y
requiere el apoyo de los obreros y pueblos del mundo, como poco a poco ha ido
calando en la celebración mundial del Primero de Mayo.
La Guerra Popular en la
India, obliga al apoyo y solidaridad de los revolucionarios y
especialmente de los comunistas marxistas leninistas maoístas del mundo, en
correspondencia con el principio del Internacionalismo
Proletario, radicalmente distinto al apoyo de los demócratas y progresistas,
que no va más allá de exigir el respeto a los derechos humanos pregonados por
la burguesía; de reivindicar las banderas burguesas de la igualdad, libertad,
fraternidad y la democracia, que es democracia para los ricos y dictadura para
los pobres; de manifestar una solidaridad que no sobrepasa los límites de la
institucionalidad democrática del Estado burgués.
El Internacionalismo
Proletario es diametralmente opuesto a la falsificación oportunista del
internacionalismo, que se levanta contra el imperialismo norteamericano, pero
se pliega y apoya a sus competidores imperialistas de Europa y Asia; que de
palabra dice defender la Revolución Proletaria
Mundial, pero en los hechos teme al imperialismo, traiciona y canjea la guerra
popular por el establo parlamentario burgués; depone la lucha armada dirigida a
destruir el Estado reaccionario para prosternarse ante la dictadura de la
burguesía; renuncia a la revolución bajo la dirección del proletariado, para
convertirse en apologista de la caduca revolución burguesa de viejo tipo. Ese
ha sido el traidor, repugnante y revisionista papel jugado por el Partido
Comunista de Nepal (maoísta) desde el año 2006.
El contenido esencial del
Internacionalismo Proletario es el compromiso, apoyo y lucha por el triunfo de la Revolución Proletaria
Mundial sobre el imperialismo, en la necesaria dirección histórica del triunfo
mundial de la Dictadura
del Proletariado. Y siendo un principio fundamental de la teoría leninista
sobre el imperialismo, que sin derrotar al oportunismo la lucha contra
el imperialismo es una frase vacía, toda conciliación con el
oportunismo falsea y socava el verdadero Internacionalismo Proletario.
Está próxima a realizarse
en Hamburgo, una Conferencia Internacional de Apoyo a la Guerra Popular en la India, promovida y
encabezada por el Partido Comunista de Italia (maoísta) al cual se le criticó
su conciliación con el revisionismo nepalés. Sin embargo, lejos de reconocerlo
y corregir, negó su autocrítica, persistiendo en conciliar con la fracción
revisionista de Kirán, jefe del llamado “nuevo” PCN(m), partidario de la teoría
táctica del acuerdo de paz, defensor de los compromisos adquiridos en ese pacto
de traición a la guerra popular, crédulo en la democracia burguesa y sumiso
ante el imperialismo chino.
Levantar la bandera del
apoyo a la Guerra
Popular en la
India de común acuerdo y conciliación con posiciones que han
traicionado la Guerra
Popular en Nepal, y presentarlo a nombre del comunismo y del
Internacionalismo, es un despropósito y una falsificación del Internacionalismo
Proletario, que tras la ventaja inmediata de la solidaridad internacional en el
marco de la democracia burguesa, sacrifica el contenido revolucionario del
Internacionalismo, pues lejos de unir, impide la unidad de los comunistas ante
una causa justa y común como lo es la Guerra Popular en la India.
En abril del 2011, a pesar
de las discusiones y críticas al centrismo complaciente con el revisionismo
nepalés, algunos dimos apoyo teórico y práctico a la Semana de Solidaridad con la Guerra Popular en la India, también promovida por
el Partido Comunista de Italia (m), el mismo que por esos días, con motivo del
Primero de Mayo, impulsó una Declaración donde fue evidente la conciliación con
el revisionismo, al eludir la traición en Nepal para poder firmarla en conjunto
con el partido prachandista, y en la cual, además de otros partidos de conocida
tendencia centrista, se involucró también el Partido Comunista de la India (Maoísta). Desde
entonces, ese disimulado centrismo se guareció tras la mampara
“antiprachandista” de Kirán & Cía., siendo denunciado, debatido y
desenmascarado por distintas organizaciones marxistas leninistas maoístas, y
especialmente combatido en las posiciones centristas de los maoístas de
Galicia. Aún así, prosiguió la obstinada tendencia a conciliar con el
revisionismo nepalés, y ahora como tendencia promotora de la Conferencia
Internacional de Hamburgo, la convierte en una Conferencia
“internacionalista” que desvirtúa el
verdadero Internacionalismo Proletario, pues mientras se siga encubriendo la
traición a la Guerra Popular
en Nepal y tratando como camaradas a los traidores, su apoyo a la Guerra Popular en la India no irá más allá de
marco solidario demócrata burgués, aceptable para el imperialismo y suficiente
para el oportunismo, pero no para el comunismo revolucionario. Esta es una
divergencia de principio respecto al Internacionalismo Proletario, que nos
impide adherirnos a la Conferencia
Internacional de Hamburgo.
Una divergencia de
principio que no permite dejar en el olvido las palabras de Marx “La
experiencia del pasado nos enseña cómo el olvido de los lazos fraternales que
deben existir entre los trabajadores de los diferentes países y que deben
incitarlos a sostenerse unos a otros en todas sus luchas por la emancipación,
es castigado con la derrota común de sus esfuerzos aislados”, obligando
a reafirmar nuestro apoyo internacionalista a la justa Guerra Popular en la India, rechazar la
insensatez política de condenarla como “revisionismo armado”, defender que su
perspectiva – como parte de la poderosa Revolución Proletaria Mundial y no de
una impotente revolución burguesa – estriba en que prevalezca la línea
proletaria marxista leninista maoísta en la política que dirige al fusil, en el
Partido Comunista de la India
(Maoísta), a quien renovamos nuestra admiración, apoyo y respeto, sin renunciar
a la crítica marxista entre camaradas.
Una divergencia de
principio respecto al Internacionalismo Proletario que nos conmina a mantener
firme el compromiso de la Declaración
Conjunta del pasado 26 de diciembre ¡La unidad internacional de los
comunistas exige la derrota del revisionismo y del centrismo!,
renovando el llamado a los camaradas signatarios a luchar por una línea general
de deslinde con todo tipo de oportunismo, cuya derrota, así cueste el
sacrificio de algunas ventajas inmediatas, será la verdadera garantía de la
victoria futura de la Revolución Proletaria
Mundial sobre el imperialismo, y del triunfo mundial de la Dictadura del
Proletariado, único rumbo del genuino Internacionalismo Proletario.
Noviembre 15 de 2012
STATEMENT
OF SUPPORT
TO THE
PEOPLE’S WAR IN INDIA
Imperialism,
the highest and last phase of capitalism, phase of agony and decomposition of
the world capitalist system, has been and remains a parasite of society, an
obstacle to its progress, a man-eater and a destroyer of nature. To long for a
new model of capitalism without imperialism is a petty bourgeois reverie. To
think in defeating imperialism without a world proletarian revolution or to
pretend to succeed without defeating opportunism, is anti-imperialism by word
of mouth, imperialist apologia indeed.Beyond imperialism just follows the World
Proletarian Revolution and the Socialist Society under the dictatorship of the
proletariat, which will lead to Communist Society without exploitation of man
by man, without class distinctions, without wars and without state.
Against
the World Proletarian Revolution –the main historical trend in the age of
moribund capitalism- rises the bourgeoisie of the imperialist countries in
association with the reactionary classes of all oppressed countries, pretending
to avoid the burial of the world imperialist system of oppression and
exploitation, in spite of being as it is an outdated and incompatible system
with the existence of society, a system whose guise of equality, democracy and
freedom has been torn by the current economic crisis, revealing the colossal
accumulation and concentration of capital and wealth in the hands of the
private ownership of monopolistic parasitic groups, in contrast to the
accumulated misery in society whose labour produces the wealth. Faced with such
dramatic reality, it is not enough to resist: Revolution is needed!
India
is a gigantic material example of that situation. It is a hive of exploitation,
where the wage slavery is reinforced with old forms of labour exploitation, in
a single process in which a billion people produce for a minority of ruling
classes, along with their imperialist masters and partners, to take ownership
of all the wealth and concentrate it in their hands. India is a huge
subcontinental prison, where under the banner of democracy is waged a bloody
dictatorship of the bourgeoisie, landlords and imperialism on the working
classes, with reactionary military campaigns such as the “Operation Green Hunt”
against the righteous rebellion of the working masses of the country’s poorest.
Consequently,
the acute social contradictions have turned India into a bastion and advanced
stronghold of the world proletarian revolution, where the Communist Party of
India (Maoist) leads the People’s War of the oppressed and exploited masses,
risen up in arms, against the entire political and economic power of the
oppressors and exploiters, both native and foreign ones, willing to overthrow
and destroy the reactionary State and build the power of a new state of workers
and peasants, whose embryos already emerged in various areas where the military
power of the exploiters has been defeated. Instead, were established organs of
People's Government backed in the Popular Militia that is, at the same time,
the embryo of the general armed forces of the people in the future state of New
Democracy, as a form of Proletarian Dictatorship.
“Operation Green Hunt” is an element of
the reactionary and unjust war against the people of India, repudiated not only
by workers, peasants, tribes and peoples, but also by democratic and
progressive sectors inside and outside India.
The
People’s War is, on the contrary, a just revolutionary war and the path of
revolution in India against the reactionary state that protects the class
privileges of all the exploiters. A war that deserves and requires the support
of all the workers and peoples of the world as, little by little, is being
proven in the global celebration of May Day.
The
People's War in India requires the support and solidarity of revolutionaries
and especially the Marxist Leninist Maoist communists of the world, according
to the principle of proletarian internationalism, which is radically different
to the support of democrats and progressives, that does not go beyond demanding
respect for those human rights touted by the bourgeoisie; that does not go
beyond vindicating the bourgeois flags
of equality, liberty, fraternity and “democracy”, what means democracy for the
rich and dictatorship for the poor; that does not go
beyond expressing solidarity within the
limits of the democratic bourgeois state.
Proletarian
internationalism is diametrically opposed to the opportunistic falsification of
internationalism that
rises up against American imperialism but folds up and supports its imperialist
competitors in Europe and Asia; that, by word of mouth, claims to
defend the world proletarian revolution but, in fact, fears imperialism,
betrays the People’s War and
substitutes it for the stable of bourgeois parliament; that gives up the armed
struggle aimed at destroying the reactionary state to prostrate itself before
the dictatorship of the bourgeoisie; that renounces the revolution under
the leadership of the proletariat to become outdated apologist of the bourgeois
revolution of the old type. That was the revisionist
disgusting traitor role played by the Communist Party of Nepal (Maoist) since
2006.
The
essence of proletarian internationalism is the commitment, support and fight
for the victory of the world proletarian revolution on imperialism in the
necessary historical direction of the global triumph of the Dictatorship of the
Proletariat. Being a fundamental principle of the Leninist theory of
imperialism that without defeating opportunism the struggle against
imperialism is an empty phrase,
any conciliation with opportunism distorts and undermines the true proletarian
internationalism.
Soon is
to be celebrated in Hamburg an International Conference in Support
of the
People's War in India, promoted and headed by the Italian Communist Party
(Maoist) which was criticized by its reconciliation stand towards Nepali
revisionism. However, far from recognizing and correcting this stand, it
refused its self-criticism, persisting in conciliating with the boss of the
"new" CPN (m), Kiran’s revisionist fraction, supporter of the tactic
theory of the peace agreement, defender of the commitments made
in the pact of treason against the People’s War, credulous in the bourgeois
democracy and submissive to Chinese imperialism.
To
raise the flag of support to the People's War in India in mutual agreement and
conciliation with the positions that have betrayed the People's War in Nepal
and to present it in the name of communism and internationalism is an absurdity
and a falsification of the proletarian internationalism: this stand, after the
immediate advantage of international solidarity in the framework of bourgeois
democracy, sacrifices the revolutionary content of internationalism, because
far from uniting, prevents the unity of the Communists before a common and just
cause as it is the People's War in India.
In
April 2011, in
spite of the discussions and criticism on centrism complacent with the Nepali
revisionism, some of us, theoretically and practically, gave support to the
Week of Solidarity towards the People's War in India, promoted by the Communist
Party of Italy (m) as well, the one that in those days, on
the occasion of May Day promoted a Declaration where conciliation with
revisionism was evident, keeping in silence the betrayal in Nepal so as to sign
it jointly with the prachandist party. In that Declaration besides other
parties of well-known centrist tendency, was also involved the Communist Party
of India (Maoist). Since then, that disguised centrism sheltered itself behind
the "antiprachandist" cover of Kiran’s & Cia., being denounced,
debated and unmasked by various Marxist Leninist Maoists organizations and
especially fought in the centrist positions of the Maoists from Galicia. Still,
the obstinate tendency to conciliate with the Nepali revisionism continued
and now, as promoter of the
International Conference in Hamburg, it changes itself into an
"internationalist" Conference that
distorts the true proletarian internationalism because, as the betrayal of the
People's War in Nepal continues to be concealed and the traitors treated as
comrades, their support to the People’s War in India will not go beyond the
framework of bourgeois democrat solidarity, acceptable to imperialism and
sufficient for opportunism, but not for revolutionary communism. This is a
divergence of principle with respect to proletarian internationalism that
prevents us from adhering to the International Conference in Hamburg.
A
divergence of principle that prevents us from forgetting the words of Marx "Past experience teaches us how forgetting brotherly
ties that should exist between the workers of different countries
and that should encourage them to hold each
other in all their struggles for emancipation, is punished with the common
defeat of their isolated efforts", and obliges us to reaffirm our
internationalist support to the just People’s War in India, to reject the
political folly that condemns it as "armed revisionism", to defend
that its perspective –as a part of the powerful World Proletarian Revolution
and not of an impotent bourgeois
revolution- consists in that the proletarian Marxist Leninist Maoist line
prevails in the point saying that politics directs the fusil, in the Communist
Party of India (Maoist), to whom we renew our admiration, our support and
respect without renouncing Marxist criticism among comrades.
A
divergence of principle with regard to proletarian internationalism that urges
us to hold strong the commitment of the Joint Declaration of December 26 The international unity of communists requires the
defeat of revisionism and centrism!
renewing the call to the comrades who signed it to fight for a general line of
delimitation with all kinds of opportunism, whose defeat, in spite of
sacrificing some immediate benefits, will be the true guarantee of the
future victory of the World Proletarian Revolution on imperialism,
and of the global triumph of the
Proletarian Dictatorship, the only course of genuine Proletarian
Internationalism.
15 November 2012
DECLARACIÓN DE APOYO
A LA GUERRA POPULAR EN LA INDIA
L'impérialisme, phase suprême du
capitalisme mais aussi phase d'agonie et de décomposition du système
capitaliste mondial, a été et reste un parasite au progrès de la société, un
obstacle, un destructeur de l'homme et de la nature. L'idée d'un nouveau modèle
de capitalisme qui ne serait pas impérialiste est un rêve petit bourgeois.
L'idée d'une défaite de l'impérialisme qui n'en passerait pas par la révolution
prolétaire mondiale est dans les faits une apologie de l'impérialisme. En
particulier si l'opportunisme n'est pas lui aussi détruit. À l'impérialisme
succédera la Société Socialiste pour la Révolution Prolétaire Mondiale, société
opérant sous la dictature du prolétariat et qui mènera à la Société Communiste.
Cette dernière ne connaîtra ni exploitation de l'homme par l'homme, ni
distinctions de classe ni guerre ni État.
Contre la Révolution Prolétaire Mondiale
– c'est-à-dire contre la tendance historique principale à l'époque du
capitalisme moribond – s'élève la bourgeoisie des pays impérialistes associée
aux classes réactionnaires de tous les pays oppressés. Ils prétendent éviter le
système impérialiste mondial d'oppression et d'exploitation pour la raison que
le dit système serait dépassé et incompatible avec l'existence d'une société.
Ce système se déguisait jusqu'ici dans les habits de la liberté, de l'égalité
et de la démocratie mais la crise économique actuelle a fait voler cette
illusion en éclat, révélant par la-même l'accumulation et la concentration
colossale du capital et des richesses dans les mains des propriétaires privés
et des groupes monopolistiques et parasitaires. Le contraste avec la misère qui
accable ceux dont le travail produit pourtant la richesse n'en est que plus
criant. Face au drame que comporte
une telle réalité, résister n'est plus suffisant. La
Révolution est nécessaire!
L'Inde est un matériau exemplaire et
gigantesque de cette situation. C'est une ruche d'exploitation, où le salaire
esclavagiste est renforcé par d'autres formes plus anciennes d'exploitation. Un
milliard de travailleurs sont ainsi sous la coupe d'une classe dirigeante
minoritaire qui s'arroge toute la richesse, aidée en cela par ses partenaires
et maîtres impérialistes. L'Inde est une prison sous-continentale où, sous la
bannière de la démocratie a lieu la dictature sanglante de la bourgeoisie, des
propriétaires terriens et des impérialistes sur la classe travailleuse, avec
notamment des opérations militaires telles que l' « Operation Green Hunt »
contre la juste rébellion des plus pauvres travailleurs du pays.
Les contradictions sociales
particulièrement aigües que connaît l'Inde ont fait de cette dernière un
bastion avancé de la Révolution Prolétaire Mondiale. Le Parti Communiste d’Inde
(maoïste) mène les masses oppressées et exploitées dans leur Guerre Populaire
contre la puissance politique et économique des oppresseurs et exploiteurs,
natifs ou étrangers. Le but en est la déstabilisation et la destruction de
l'État réactionnaire et la construction d'une société de travailleurs et
d'agriculteurs. Les zones libérées de la puissance militaire de l'exploiteur
laissent d’ores et déjà entrevoir les prémices d'une telle société. Elle
s'appuie sur l'établissement d'un Gouvernement du Peuple qui a l'appui de la
Milice populaire, milice sur le modèle de laquelle prendra place un armement
général du peuple et une Dictature du Prolétariat.
L' « Operation Green Hunt » est un
composant de la guerre réactionnaire et injuste contre le peuple indien. Non
seulement les travailleurs, les paysans et les différentes tribus, mais aussi
les forces démocratiques et progressistes en Inde et au-dehors condamnent cette
opération.
La Guerre Populaire est au contraire une
guerre révolutionnaire juste. Elle montre la voie d'une révolution en Inde
contre l'État indien réactionnaire et protecteur des privilèges de classe des
exploiteurs. Cette Guerre
Populaire nécessite le support des travailleurs et peuples du monde. Cette
solidarité se construit petit à petit, comme le montre la célébration annuelle
du premier mai.
La Guerre Populaire en Inde nécessite le
support et la solidarité des révolutionnaires, en particulier des communistes
Marxistes Léninistes Maoïstes du monde entier, en accord avec les principes de
internationalisme prolétarien. Ce soutien ne s'inscrira pas dans les limites de
l'État démocratique bourgeois mais les dépassera. Il ne se contentera pas,
comme les soi-disant démocrates et progressistes, de demander le respect des
droits humains vénérés par la bourgeoise, il ne se contentera pas d'agiter le
drapeau bourgeois de l'égalité, de la liberté et de la fraternité, bref, de la
démocratie pour les riches et de la dictature pour les pauvres.
L'internationalisme prolétarien est
diamétralement opposé cette falsification opportuniste de l'internationalisme
qui s'élève contre l'impérialisme américain pour supporter l'impérialisme
européen et asiatique, qui en mot jure défendre la révolution prolétaire
mondiale mais qui dans les faits a peur de l'impérialisme, qui trahit la Guerre
Populaire et la vend au parlement bourgeois, qui abandonne la lutte armée pour
accepter la dictature de la bourgeoise, qui renonce à une révolution menée par
le Prolétariat, qui n'est que la version dépassée d'une apologie de l'ancienne
révolution bourgeoise. Ce rôle repoussant est celui joué par le Parti
Communiste du Népal (Maoïste) depuis l'année 2006.
L'essence de l'internationalisme
prolétarien est l'engagement, le support et le combat en vue d'une victoire de
la révolution prolétarienne mondiale sur l'impérialisme allant dans le sens
historiquement nécessaire d'un triomphe global de la Dictature du Prolétariat.
Suivant un des principes fondamentaux de la théorie Léniniste de l'impérialisme
suivant lequel sans la défaite de l'opportunisme la lutte contre l'impérialisme
est une phrase vide de sens, toute conciliation avec l'opportunisme déforme et
sape le véritable internationalisme prolétarien.
A Hambourg se tiendra bientôt une
Conférence Internationale pour le Soutien de la Guerre populaire en Inde
(International Conference in support of the People'sWar in India), dirigée et
promue par le Parti Communiste d’Italie (Maoïste), qui a été critiqué pour sa
réconciliation avec les révisionnistes népalais. Malgré ces critiques le Parti
Communiste d’Italie (Maoïste) n'a pas reconnu ses erreurs et a persisté dans
son soutien de la fraction révisionniste Kiran [chef du « nouveau » CPN (m)],
fraction qui défend la tactique de la paix consentie, qui se sent liée par le
pacte de trahison contre la Guerre Populaire, fraction qui est encore
crédule face aux promesses de la
démocratie bourgeoise et qui se soumet à l'impérialisme chinois.
Brandir le drapeau du soutien à la
Guerre Populaire en Inde tout en étant en accord avec des positions qui
trahissent la Guerre Populaire au Népal au nom du communisme et de
l'internationalisme est une absurdité et une falsification de
l'internationalisme prolétarien. L'avantage immédiat de la solidarité
internationale qui se tient dans les limites de la démocratie bourgeoise
sacrifie le contenu révolutionnaire de l'internationalisme, parce que cette
position prévient l'unité des communistes pour une juste cause comme la Guerre
Populaire en Inde.
En Avril 2011, malgré les discussions et
les critiques contre le révisionnisme centriste et complaisant népalais,
certains ont donné un support théorique et pratique à la Semaine de Solidarité
avec la Guerre Populaire en Inde, comme le Parti Communiste italien (Maoïste),
le même parti qui, à l'occasion du Premier Mai, a fait une déclaration
ouvertement conciliante avec le révisionnisme pour éviter de trahir le parti
prachandiste et pour pouvoir signer ce document en commun avec eux. Ce parti
prachandiste contient pourtant des tendances centristes reconnues, tout comme
le Parti Communiste indien (Maoïste). Depuis lors, ce centrisme déguisé se
cachant derrière l'étiquette prachandiste de Kiran et compagnie a été débattu,
démasqué et dénoncé par de nombreuses organisations Marxistes Léninistes
Maoïstes et tout spécialement combattu dans la forme qu'il adopte chez les
Maoïste de Galice. En persistant à être conciliant avec le révisionnisme
népalais et en soutenant la Conférence Internationale de Hambourg, la
Conférence devient un « internationalisme » qui déforme le véritable internationalisme
prolétarien. Il est clair que ceux qui approuvent la trahison de la Guerre
Populaire au Népal et se considèrent comme camarades des traîtres ne pourront
pas aller plus loin dans leur support de la Guerre Populaire en Inde que n'est
capable d'aller la solidarité bourgeoise démocrate, solidarité acceptée par
l'impérialisme et suffisante pour un opportunisme, mais pas pour un communisme
révolutionnaire. C'est là une différence de principe qui nous empêche d'adhérer
à la Conférence Internationale de Hambourg.
Une divergence de principe ne devrait
pas faire oublier les mots de Marx : « Les expériences passées nous enseignent
que l'oubli du lien de fraternité qui devrait exister entre les travailleurs de
différents pays et du fait que les travailleurs devraient s'aider mutuellement
dans leurs différentes luttes pour l'émancipation, cet oubli est puni par la
défaite commune de leurs efforts isolés. » C'est pourquoi nous réaffirmons
notre support internationaliste à la juste Guerre Populaire indienne, rejetons
la stupidité politique qui la condamne comme « révisionnisme armé » et la
défendons comme partie de la puissante Révolution Prolétaire Mondiale
s'inscrivant dans la ligne selon laquelle le parti commande au fusil. Nous
renouvelons notre admiration et notre support au Parti Communiste indien
(Maoïste) sans abandonner pour autant la critique marxiste entre camarades.
Cette divergence de principe par rapport
à l'internationalisme prolétarien nous pousse à réaffirmer notre engagement en
faveur de la Déclaration Commune du 26 Décembre 2011 : L'unité internationale
des communistes exige la défaite du révisionnisme et du centrisme! Nous
renouvelons également notre appel aux camarades pour délimiter une ligne
générale de démarcation d'avec toutes les espèces d'opportunisme. Bien que la
défaite de l'opportunisme puisse nous empêcher de profiter de certains
bénéfices immédiats, c'est en cette défaite que réside la garantie de la
victoire future de la révolution prolétarienne mondiale sur l'impérialisme, et
le triomphe de la dictature du prolétariat, seule voie de l'internationalisme
prolétarien.
15
Novembre 2012
Arab Maoists
Centre
Marxiste-Léniniste-Maoïste - Belgique
Colectivo Odio de Clase – Estado Español
Grupo
Reconstrucción - PERUCRPM – Estado Español
Organización
Comunista Bandera Roja – Estado Español
Partido Comunista del Ecuador Sol Rojo
Partido Comunista (Marxista-Leninista) de Panamá
Unión Obrera Comunista (MLM) - Colombia
Partido Comunista del Perú - Comité Base Mantaro Rojo.
Partido Comunista del Perú - Comité Base Mantaro Rojo.
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