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domingo, 26 de enero de 2014

¡ELECCIONES NO! ¡A PREPARAR Y DESARROLLAR LA GUERRA POPULAR!

Sólo los bribones o los tontos pueden creer que el proletariado debe primero conquistar la mayoría en las votaciones realizadas bajo el yugo de la burguesía, bajo el yugo de la esclavitud asalariada, y que sólo después debe conquistar el Poder. Esto es el colmo de la estulticia o de la hipocresía, esto es sustituir la lucha de clases y la revolución por votaciones bajo el viejo régimen, bajo el viejo Poder.” Lenin



El imperialismo atraviesa una crisis cada vez más aguda y con él los países a los que somete. No es diferente la situación del Ecuador que deviene de tumbo en tumbo. La gran burguesía y los grandes terratenientes lo saben y es en esa medida que han emprendido con un proceso restaurador que busca la manera de palearla y con ella neutralizar el creciente descontento popular que con correcta línea dará saltos históricos en la conquista del Poder.

Es dentro de este contexto de crisis del viejo estado y la reforma del mismo en el que se desenvuelven las elecciones para elegir gobiernos seccionales.

Este nuevo proceso electivo cobra particular importancia para la burguesía burocrática porque le permitiría prolongar  condiciones afables para profundizar la reestructuración del estado, establecer ciertos cambios en la “matriz productiva” que a decir del régimen “propicia la industrialización del país”, proceso que definitivamente no  irá más allá de desarrollar cierta industria complementaria a la producción transnacional (imperialista) que es la que verdaderamente mueve el escuálido sistema productivo nacional. Bien lo decía Mariátegui, el imperialismo no permite el desarrollo de la industria nacional.

La posibilidad de que se desarrolle la industria nacional es improbable bajo la figura de un país como el nuestro que sigue siendo semifeudal (subsistencia de relaciones de producción semifeudales, precario desarrollo de las fuerzas productivas, latifundio, gamonalismo, servidumbre, semi servidumbre) y semi colonial en el que se desarrolla un capitalismo burocrático sometido principalmente al imperialismo yanqui, hoy en pugna con otras potencias imperialistas, particularmente con China.

Está escrito y demostrado el carácter de clase que tienen las elecciones en cualquiera de sus exposiciones dentro de la democracia burguesa-terrateniente.  Pensar en la posibilidad de participar en ellas, apoyarlas o avalarlas no pasa de ser sino un acto de traición a la clase, al pueblo y de claudicación ideológica ante el viejo Estado y la ideología burguesa que encuentra en estos espacios la posibilidad de revalidar su instrumentación política y con ella todo el sistema de opresión al proletariado, campesinado pobre, y demás masas explotadas y oprimidas del país.


Pero ¿qué hacer?: ¡BOICOTEARLAS! Buscar todos los mecanismos que se ajusten a los niveles de organización e incidencia en las masas parta demostrar la incompatibilidad existente entre las elecciones y la decisión popular, entre votar y ejercer Poder. Convocar al ¡NO VOTAR! Ya lo hemos sostenido en otras ocasiones, miles de jóvenes y otros hijos del pueblo no están obligados a participar en el proceso electoral, pues trabajemos con ellos, difundamos en el seno de los jóvenes corazones rebeldes la necesidad de no fortalecer o perfeccionar la democracia burguesa y sí argumentar en la teoría y en la práctica la imperiosa e ineludible necesidad de transitar el camino del pueblo, el camino democrático que es el de la Nueva Democracia con Guerra Popular.

“… lo principal de las elecciones es boicotearlas y si es posible impedirlas. ¿Por qué planteamos esto? ¿Qué va a ganar el pueblo? […] Nada va a ganar con la renovación electoral, eso creo que es una cosa muy clara en la historia del país. P. Gonzalo

El circo electoral se ha desatado y con él la intención del revisionismo de utilizar la “trinchera electoral” para engañar a las masas, estabularlas dentro de la democracia farisea, burda, de clase (burguesa). Bien lo dice el Presidente Gonzalo, nada puede esperar el pueblo de las elecciones o de un nuevo gobierno, “la tendencia es rechazarlas” y hay que trabajar en eso, bregar porque el pueblo reconozca en ellas a un sistema de ordenamiento burgués-terrateniente que no coincide con el programa y las tareas del proletariado y el  pueblo.

Hay que desenmascarar al revisionismo y al oportunismo de viejo y nuevo cuño que convergen en el constitucionalismo y elecciones burguesas para distraer a las masas y propender en ellas la renuncia a la lucha por el Poder, de la lucha violenta por conquistarlo y sobe todo extraviarlo de las tareas inmediatas como la revolución de  Nueva Democracia cuyo fundamento se manifiesta como una de las formas de la dictadura del proletariado en construcción.

Recordar siempre que las elecciones viabilizan el camino burocrático que es la vía burgués-terrateniente. Que combatirlas allana el camino democrático, que es el camino del  pueblo bajo dirección proletaria en la Nueva Democracia.


PUEBLO DEL ECUADOR: ¡NO VOTAR!
¡A PREPARAR Y DESARROLLAR GUERRA POPULAR HASTA EL COMUNISMO!
¡A BOICOTEAR EL SISTEMA ELECTORAL BURGUES-TERRATENIENTE!

¡DERROTAR AL IMPERIALISMO!
¡APLASTAR  AL REVISIONISMO!

  


A CONQUISTAR EL SOL ROJO DE LA LIBERACIÓN: ¡EL COMUNISMO!