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lunes, 1 de mayo de 2017

¡¡EN ESTE PRIMERO DE MAYO A CELEBRAR JUBILOSOS LOS CIEN AÑOS DE LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE CON MÁS GUERRA POPULAR!!

¡Proletarios de todos los países, uníos!


“Han pasado los tiempos en que nuestros obreros doblaban sumisamente el espinazo, sin ver una salida a su situación de sojuzgamiento ni un rayo de luz en su amarga vida. El socialismo les ha mostrado esa salida, y miles y miles de combatientes se agrupan bajo la bandera roja, levantando los ojos hacia ella como hacia su estrella polar.”
(V. I. Lenin, “El Primero de Mayo”. 1904.)

Saludos rojos a los partidos y organizaciones comunistas, saludos rojos a los militantes y combatientes que con su sangre riegan la fértil tierra de la revolución proletaria mundial;  saludos rojos al proletariado internacional, a los trabajadores del mundo, a los pobres del campo y la ciudad que en la nueva ola se yerguen para tomar el cielo por asalto.

Nos reafirmamos en nuestra todopoderosa ideología, el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo, única ideología científica, en los aportes de validez universal del pensamiento Gonzalo. Suscribimos firmemente la campaña por la vida y salud del Presidente Gonzalo, el más grande marxista-leninista-maoísta viviente sobre la tierra.

Esta es una importante fecha en la cual el proletariado internacional pasa revista a sus fuerzas e informa sobre el estado de su situación, el estado de la lucha de clases y las expresiones más altas que esta última alcanza con las guerras populares.

Hay que destacar también que este Primero de Mayo tiene honda significación pues este año celebramos los cien años de la Revolución de Octubre. Hito histórico extraordinario que señala el inicio de la nueva era de la revolución proletaria mundial.

Situación internacional
Todas las contradicciones del mundo actual se agudizan, y principalmente se agudiza la contradicción principal, entre naciones oprimidas e imperialismo y la tercera contradicción, interimperialista. El gobierno de Trump expresa una mayor reaccionarización del imperialismo en general así como del imperialismo yanqui en particular, siendo éste cabeza de todas las bandas agresoras; aumentando su intromisión sin límite, lleva a cabo genocidios en Afganistán y desembarco de tropas en Siria; y no cabe duda que también el pueblo estadounidense será más golpeado y reprimido y su situación empeorará atizando con ello las llamas de una futura guerra popular en las entrañas de la bestia imperialista en respuesta a esta guerra contra el propio pueblo norteamericano. El imperialismo alemán, por su parte, ha trazado su plan de acción para convertirse en superpotencia y de esta manera pugnar por la hegemonía mundial, es así como alista nuevos contingentes ampliando su fuerza y capacidad militar. El imperialismo ruso extiende su diplomacia  e intervención militar directa en Asia Occidental. Por su parte China imperialista ya no le basta con su creciente injerencia comercial en África y América Latina y busca pactos y acuerdos para fortalecer sus posiciones y aumenta constantemente su presupuesto militar. Francia, Inglaterra, Japón, Italia y otros imperialismo menores no se quedan atrás en todos estos preparativos que como señalara el presidente Gonzalo pueden desembocar en una tercera guerra mundial.
Las bestias imperialistas descargan la crisis económica internacional con furia sobre el tercer mundo, atizando el odio y la lucha de las masas. Esta situación se manifiesta entre otras cuestiones en lo que la misma ONU reconoce como “la mayor crisis humanitaria en la historia del mundo”, expresada en la cantidad de hambrientos y en la cantidad de población desplazada. Todo esto reafirma que la situación revolucionaria en el mundo es un hecho innegable aun cuando se dé con desarrollo desigual y que nos encontramos, tal como afirmara el Presidente Mao, en los próximos 50 a 100 años  en que el imperialismo será barrido de la faz de la tierra.
En el campo de la revolución, las guerras populares siguen pujantes señalando que la revolución es la tendencia histórica y política principal en el mundo. La guerra popular en la India, dirigida por el Partido Comunista de la India (maoísta), viene resistiendo una fuerte campaña contrarrevolucionaria y fuertes golpes a su dirección, no obstante continúa ampliando su ámbito de acción. El gobierno de Modi y el Estado burgués-terrateniente indio necesitan desenvolver una represión cada vez más sangrienta y las masas combaten y resisten contra éste con más guerra popular en campo y diversas luchas en ciudad. Con el Partido Comunista de Filipinas a la cabeza, las masas filipinas han regado su preciosa sangre demostrando la justeza de su guerra popular y evidenciando palmariamente que quieren y necesitan que la revolución sea llevada hasta el fin. En Turquía sigue la guerra popular. En Perú, la reciente farsa de juicio al Presidente Gonzalo busca aniquilar su vida y pretende nuevamente golpear a la clase y pueblo peruano en un intento por destruir al Partido Comunista del Perú, derrotar la guerra popular y conjurar la reorganización general del Partido y su culminación, cuyo proceso se está coronando con gran vigor.
A pesar del recodo la guerra popular en Perú es la expresión más alta por ser en dicho país donde el maoísmo se eleva como nueva, tercera y superior etapa, proceso llevado adelante por el propio Presidente Gonzalo quién lo plasmó para el Perú como pensamiento gonzalo. Las dificultades que enfrentan las guerras populares confirman que el peligro principal es el revisionismo y, por consecuencia, la capitulación, pero esto no cambia en nada que la revolución es la tendencia histórica y política principal y que nos encontramos en la ofensiva estratégica de la revolución proletaria mundial, cuestión que quedará demostrada con la constitución y/o reconstitución de partidos comunistas y el consiguiente inicio de nuevas guerras populares, que fortalecerán la izquierda dentro del MCI, avanzando inexorablemente, aunque con desarrollo desigual, hacia la guerra popular mundial.
También las luchas de resistencia nacional no han cesado ni por un minuto en Irak, Afganistán e incluso se han extendido a Pakistán complicando al imperialismo yanqui y sus compinches. Igualmente la lucha del pueblo palestino resiste la redoblada ofensiva del sionismo israelí. Así mismo, la lucha crece en Argentina, Brasil y México, donde las masas muestran gran combatividad.

Sobre la situación del Movimiento Comunista Internacional
La principal dificultad que enfrenta el Movimiento Comunista Internacional (MCI) es la dispersión. Sin superar este problema no podrá cumplir con su meta final: el comunismo. La lucha contra esta dificultad ha empeñado ingentes esfuerzos por parte de organizaciones y partidos maoístas quienes realizando reuniones y encuentros en América Latina y Europa han logrado dar importantes golpes al imperialismo, al mismo tiempo que una significativa victoria para el proletariado internacional. Se avanza de forma concreta a la reunificación del MCI. Sin embargo la lucha por la unidad del MCI ha sido un proceso prolongado del cual necesitamos aprender.

En 1872 Marx y Engels declararon la muerte de la Primera Internacional, sin embargo a partir de esa fecha el movimiento alcanzó proporciones insospechadas a nivel internacional, incluso la creación en 1889 de la II Internacional, contribuyó a dar cauce y nuevo impulso a un movimiento socialista que se desarrollaba sin cesar; pero fue justamente Lenin quien en dura lucha declaró la bancarrota de esta internacional que se ahogaba en manos del socialchovinismo, el oportunismo y el revisionismo allá por 1914.

En 1919 como necesidad nuevamente de agrupar a las fuerzas comunistas de todos los países fue fundada la Internacional Comunista (III Internacional) y muy pronto se multiplicarán los partidos marxista-leninistas por todo el orbe. A partir de 1943, determinado por las necesidades de la lucha y la guerra mundial imperialista el MCI decidió disolver la Internacional Comunista, sin embargo, lejos de paralizarse el movimiento revolucionario y al contrario con triunfos indiscutibles como la derrota aplastante del nazismo en 1945, la victoria cabal de la revolución de nueva democracia en China, las luchas de liberación nacional, etc., se conquistó un nuevo y más alto nivel, alcanzándose ni más ni menos que el equilibrio estratégico de la revolución proletaria mundial. No cabe ni la menor duda, la constitución de la Internacional Comunista contribuyó enormemente a la formación de nuevos partidos comunistas y un gran impulso a la revolución mundial. Muchos de sus frutos solo vieron la luz tras su disolución.

Combate a la dispersión. El golpe revisionista y contrarrevolucionario de1956 en la URSS, constituyó un importante revés al avance vertiginoso que había alcanzado el MCI después de 1943. Con el Presidente Mao a la cabeza el PCCH libró una importante lucha de dos líneas en la Gran Polémica. Esto fue la lucha contra el revisionismo contemporáneo, una lucha a muerte contra esta nefasta avanzada de la contrarrevolución; fruto de esta lucha se publica en 1963 “la carta de los 25 puntos” un verdadero manifiesto en el cual se plantea la línea general para el movimiento comunista internacional más “los nueve comentarios”. Esta fue una maciza declaración sobre la base de los principios marxista-leninistas (tal como se definía en ese periodo la ideología científica). En esta Carta los comunistas del mundo entero encontraron una sólida guía para librar la lucha de dos líneas contra revisionistas y oportunistas enquistados en el movimiento revolucionario y que hacían coro al revisionismo de Jruschov.

Con el desarrollo de la Gran Revolución Cultural Proletaria el MCI recibió un nuevo espaldarazo sin embargo no se reunificaron en un único y mismo centro las fuerzas comunistas. El golpe contrarrevolucionario en China en 1976 abrió un nuevo periodo de honda dispersión y lucha de dos líneas que en dos sucesivas conferencias de partidos y organizaciones trató de superarse en los años 1980 y 1984, en este último año la II Conferencia dio origen al Movimiento Revolucionario Internacional, un paso hacia la reunificación de las fuerzas comunistas. No obstante este avance y en circunstancias que el PCP dirigiendo guerra popular ya había sancionado esta cuestión, no había unidad en torno al maoísmo como nueva, tercera y superior etapa del marxismo, además de presentarse otros problemas. Sólo en 1993 se establece en el MRI el marxismo-leninismo-maoísmo y tras una enconada lucha de dos líneas el 2000 logra arrancarse una declaración conjunta. Luego de esto se impone el revisionismo de Avakian en el co-MRI, llevándolo hacia su bancarrota. Esto convergiendo con lo que era entonces la línea oportunista de derecha devenida después capitulacionista y revisionista en el Perú. Con esto nos reafirmamos en que el revisionismo es peligro principal.

Sobre Lenin, la Revolución de Octubre y los 1° de Mayo
La celebración del 1° de Mayo era una tarea ineludible para todos los revolucionarios bolcheviques. Lenin insistía en la necesidad de impulsar acciones de protesta en dicha celebración. Así, antes de octubre de 1917, cada 1° era una demostración de fuerza del proletariado revolucionario, medía sus fuerzas, sus avances o repliegues ordenados. Era por definición –y debe seguir siéndolo- una fecha combativa.

En vísperas del Primero de Mayo de 1904, siendo un marxista riguroso y un revolucionario experimentado, Lenin supo ver la perspectiva que se abría en la lucha proletaria en ese momento. Con solidez teórica afirmó que la única salida a la situación de explotación y opresión que enfrentaba la clase obrera era el socialismo, llamando al proletariado revolucionario a agruparse bajo la bandera roja, su estrella polar. Al año siguiente reafirmaba el llamado y lo profundizaba con palabras de trascendental vigencia: “¡Abajo la enemistad entre los obreros de distintas nacionalidades o diferentes religiones! Esta enemistad sólo favorece a los bandoleros y a los tiranos, quienes se benefician con la ignorancia y la desunión del proletariado.” Lenin miraba alto y lejos, ni las religiones ni las nacionalidades deben dividir a la clase. En ese abril de 1905 especificando la estrategia y la táctica de la línea militar proletaria dicta estas magistrales y señeras palabras:

“¡Pongámonos en pie para defender la libertad, hagamos frente a cuantos tratan de desviar la cólera del pueblo del que es nuestro verdadero enemigo! ¡Nos lanzaremos, con las armas en la mano, a la insurrección, para derrocar al gobierno zarista y conquistar la libertad para todo el pueblo! ¡A las armas, obreros y campesinos! ¡Organicen reuniones secretas, formen grupos de combate, consigan todas las armas que puedan y envíen a sus hombres de confianza al Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, para recibir orientación y consejo! ¡Que el Primero de Mayo de este año se convierta para nosotros en la celebración de la insurrección popular, preparémonos para ella y estemos atentos a la señal para lanzarnos al ataque decisivo contra el tirano! ¡Abajo el gobierno zarista!”

Así pensaba y actuaba un jefe proletario auténtico. Este verdadero llamado a la acción se correspondía plenamente con la situación revolucionaria en desarrollo en la Rusia de 1905; en lo fundamental son palabras de honda trascendencia y vigencia para nosotros, son leyes de la lucha de clases, leyes que continuaron desarrollándose con posterioridad por el Presidente Mao principalmente y constituyen parte de la línea general para el trabajo de los comunistas en cualquier rincón del mundo.

Más tarde, cuando se producía el nuevo ascenso revolucionario en Rusia hacia 1912, inmerso en los preparativos para el Primero de Mayo Lenin exponía ante el proletariado revolucionario y los oprimidos que los sucesos del Lena (huelga y masacre en abril de 1912) y el propio 1° de mayo marcaban el nuevo ascenso del proletariado ruso. En 1913 en circunstancias similares, pero esta vez haciendo el balance sostiene:

“Y de buenas a primeras, como un rayo, hiende la atmósfera brumosa y pesada la celebración del Primero de Mayo por la clase obrera de Rusia…” “Ante cientos de viejos revolucionarios, a quienes no han vencido ni doblegado las persecuciones de los verdugos y la deserción de los amigos, y ante millones de hombres de la nueva generación de demócratas y socialistas, han vuelto a plantearse en toda su grandeza las tareas de la revolución inminente y resaltan vigorosamente las fuerzas de la clase de vanguardia que la dirige.”

Para finalmente concluir con palabras que oportunistas y revisionistas de toda especie han olvidado o tergiversado:

“La enorme superioridad de las huelgas rusas sobre las de los demás países europeos –los más adelantados- demuestra no las cualidades especiales o las facultades especiales de los obreros de Rusia, sino las condiciones especiales en la Rusia actual, la existencia de una situación revolucionaria, la maduración de una crisis directamente revolucionaria. Cuando se acerque en Europa el momento de una similar maduración de la revolución (allí será una revolución socialista, y no democráticoburguesa, como en nuestro país), el proletariado de los países capitalistas más desarrollados desplegará una energía mucho mayor en sus huelgas revolucionarias, en las demostraciones y en la lucha armada contra los defensores de la esclavitud asalariada.”

Y son estas condiciones las que hoy ya se presentan maduras en los países imperialistas, es la situación revolucionaria que también afecta a dichos países y que demanda de los comunistas en la actualidad constituir y/o reconstituir partidos comunistas para ponerse al frente de la creciente ola revolucionaria de las masas en las condiciones concretas de cada país. Se puede leer con claridad meridiana que Lenin veía en la celebración del Primero de Mayo una oportunidad más para que el proletariado revolucionario hiciese una demostración de fuerza como preparativos para la lucha armada. Más validas aún hoy estas palabras cuando la revolución ha devenido la tendencia histórica y política principal en el mundo, y existe una situación revolucionaria en desarrollo desigual a nivel mundial. Y hoy esa lucha armada que indicara Lenin es la guerra popular a desarrollarla de acuerdo a las condiciones de cada país. Fue justamente esa bandera la que enarboló el Presidente Mao planteando la universalidad de la lucha armada, es decir, de la guerra popular. Este y solo este puede ser el único significado que podemos darle al primero de mayo arrancándolo de las manos de oportunistas y reaccionarios. Tal como dijera Mariátegui: “Hay que desterrar del 1° de mayo, todo lo que en mucho ha tenido, y tiene todavía, el rito mecánico de simple efemérides.” Y llamaba el amauta a combatir disciplinada y obstinadamente por el socialismo.

Con posterioridad a la victoria de octubre. La celebración del 1° de mayo en 1918 se lleva a cabo con el Poder conquistado en las manos del proletariado y de su alianza obrero-campesina, es una celebración con dictadura del proletariado, aún más, es una celebración en una nueva época que nace en ese glorioso1917, es la nueva era de la revolución proletaria mundial. “Esta nueva era signada por la potenciación de la violencia…” señalarán los documentos del PCP.

Por otra parte, las elecciones y el cretinismo parlamentario, son camino de la reacción, táctica que ha quedado envejecida y así lo prueba el propio desarrollo de la lucha de clases después de 1917. Solo del fusil ha nacido lo nuevo y cuando se abandona este principio solo mayores penurias se desencadenan sobre las masas. El camino de la clase y el pueblo es la guerra popular, guerra popular mundial, guerra popular hasta el comunismo, siendo de validez universal. Desarrollándose de acuerdo a las condiciones de cada país.

Los 1° de mayo se comienzan a conmemorar en la defensiva estratégica de la revolución proletaria mundial y a partir de octubre de 1917, con dictadura proletaria, con partidos comunistas y desde 1919 con Internacional Comunista, extraordinaria celebración con el Gran Lenin a la cabeza, con nuevo poder, la nueva aurora comienza a destellar al mundo. Nuevo poder a plena luz del día, poder proletario con nueva economía, nueva política y nueva cultura. La burguesía imperialista temblaba y en su cobardía se hundía intentando aplastar el nuevo mundo que nacía frágil pero poderoso en verdad porque contaba con la simpatía del proletariado organizado de todo el mundo. En un discurso brindado el 1° de mayo de 1919 Lenin sentenciaba: “Hasta ahora, cuando se hablaba de lo que nuestros hijos verían en el futuro, sonaba como un cuento; pero hoy, camaradas, ustedes ven con claridad que el edificio de la sociedad socialista, cuyos cimientos hemos puesto, no es una utopía. Nuestros hijos construirán este edificio todavía con mayor fervor.” Repitamos junto a Lenin entonces, el vibrante grito hecho por él ese 1° de Mayo de 1919: “¡Viva la República internacional de soviets! ¡Viva el comunismo!”

En este primero de mayo debemos sostener que la fecunda idea de la unidad de los comunistas del mundo entero nuevamente se ha puesto en marcha, guiados por la más avanzada y única ideología científica, todopoderosa porque es verdadera, el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo y los aportes de validez universal del pensamiento gonzalo, ideología fruto de la más avanzada experiencia de la lucha de clases del proletariado internacional.

¡¡Viva el Primero de Mayo rojo y combativo!!
¡¡Preparar, iniciar y desarrollar guerras populares!!
¡¡Defender la vida del Presidente Gonzalo!!
¡¡Libertad para Saibaba!!
¡¡Abajo el imperialismo yanqui, principalmente!!
¡¡Viva el marxismo-leninismo-maoísmo!!