Durante
estos últimos meses hemos podido observar como la mal llamada “línea roja”
en el Nepal va sufriendo un reordenamiento dramático que lo alinea a la
cola del revisionismo de Prachanda y de la nueva estructura
democrático-burguesa que sigue manteniendo el mismo fundamento de clase que existía antes del inicio de la Guerra
Popular en 1996.
Los
mensajes que han venido remitiendo al proletariado, pueblo del Nepal y al MCI,
en primera instancia como ex combatientes
y posteriormente como Partido:
Partido Comunista del Nepal-Maoísta, lejos están de la decidida ruptura
que debe presentarse con el viejo estado burgués-terrateniente, por el
contrario, poco a poco se van delineando como un aparejo democrático (burgués)
de oposición al régimen gubernamental que ensaya legitimar la democracia burguesa como
escenario de lucha para el pueblo del Nepal. Es decir, el comportamiento
político e ideológico de la “línea roja” está totalmente ajeno al correcto
manejo de las contradicciones antagónicas que tiene el pueblo con el viejo
Estado, manifestación que implica desdeñar de la democracia burguesa, fomentar
la reconstrucción del Partido bajo los preceptos del marxismo-leninismo-maoísmo
cuyo eje central es la Guerra Popular con la tarea de destrucción del viejo
Poder y construcción del Nuevo Poder, expresión de la dictadura conjunta de
obreros y campesinos.
La
creación por parte de la falsa “línea roja” de un “Tercer Frente” compuesto por
12 organizaciones que luchen por la “Soberanía
Nacional y por una Constitución que
esté al servicio del pueblo” muestran al MCI la decisión de éstos
revisionistas por apuntalar o consolidar en el seno de las relaciones de
producción semi feudales y semi coloniales la patraña revisionista de Prachanda
abonando con temas y tareas subjetivas que operan básicamente en el campo de la
superestructura estatal y que en nada se reorientan a los preceptos o programa
de lucha esgrimidos en 1996 cuando se dio inicio a la Guerra Popular. Es decir,
se facultan para sí un Frente que no cumple con la línea política del Partido
Comunista pertrechado con la ideología correcta y que debe ser el espacio donde
se materializa la alianza obrero-campesino-burguesía nacional y donde se brega
por la construcción del Nuevo Poder bajo dirección proletaria, relegando este
instrumento a una mera expresión de lucha “legal” por “la soberanía y la Constitución”, es decir eructos reformistas y
revisionistas manifiestos de manera abierta y tajante.
Es
dentro de ese contexto servil y cómplice con la democracia prachandista que
Kiran, representante del PCN-M realiza una visita oficial a China con la
finalidad de buscar apoyo para contrarrestar –a decir de él- las pretensiones
de la India de fomentar su intromisión en el Nepal.
Absolutamente
nada justifica este y otros tantos hechos emprendidos por el PCN-M que desdicen
de manera categórica de su condición de maoístas, por el contrario desnudan su
condición de oportunistas, fomentan las tesis de amparo en el imperialismo
Chino que a la luz de los marxistas tiene el mismo efecto que con cualquier
otro imperialismo, además de consolidar las posiciones revisionistas del Nepal
en el escenario del revisionismo internacional.
“El
oportunista, por su misma naturaleza, esquiva siempre plantear los problemas de
un modo preciso, definido, busca la resultante, se arrastra como una culebra entre
puntos de vista que se excluyen mutuamente, esforzándose por ´estar de acuerdo´
con uno y otro, reduciendo sus discrepancias a pequeñas enmiendas, a dudas, a
buenos deseos inocentes..”
Lenin.
Tanto
las declaraciones de los camaradas del Colectivo Odio de Clase como de Futuro
Luminoso tienen los suficientes argumentos de clase para desenmascarar el
servil propósito de quienes se dicen enarbolar las banderas de la Revolución
Democrática de Nuevo Tipo (ND) en e Nepal.
Nuestro
Partido: PCE-SR, saluda y respalda las declaraciones de los camaradas de Odio
de Clase, ODC y Futuro Luminoso por considerarlas oportunas, combativas y
portadoras de absoluta objetividad, a la vez rechazamos la posición de los
camaradas de Dazibao Rojo cuyos fundamentos son incoherentes con los más
elementales principios del marxismo-leninismo-maoísmo al avalar no solo las
diatribas ideológicas del PCN-M y de la falsa “línea roja”, sino también el
conciliábulo revisionista en China.
De
manera equivocada los camaradas de Dazibao Rojo tratan de buscar fundamento en
el camarada Stalin y el P. Mao al cometido de Kiran en China sin entender que
cualquier posición que asumieron los camaradas Stalin y el Presidente Mao lo
hicieron sobre una base concreta y de clase: la dictadura del proletariado en
la URSS y la dictadura conjunta obrero-campesina y posteriormente a la Gran
Revolución Cultural como dictadura del proletariado en la China, aspecto que
los camaradas “pasan por alto” en la medida de que la visita de Kiran a China
tiene como cimiento la dictadura burgués-terrateniente en el Nepal reestructurada
por el revisionismo de Prachanda, simplificando el quehacer del dirigente
revisionista (Kiran) a una mera expresión de lucha pequeño burguesa contra el “imperialismo”
indio y la descarada entrega o servilismo al imperialismo chino.
Es
importante recordar a los camaradas de Dazibao Rojo que solo la Revolución de
Nueva Democracia (traicionada por Prachanda y sus cómplices) puede cumplir con
las tareas de Liberación Nacional adjuntas a la destrucción de la semi
feudalidad y del capitalismo burocrático, tareas que no pueden ser escindidas
una de otra, ya que hacerlo refleja únicamente las desviaciones oportunistas preñadas
de ideología burguesa.
Nosotros
coincidimos de manera decidida con los camaradas de Dazibao Rojo en la
necesidad de apuntalar esfuerzos e internacionalismo proletario con cualquier
manifestación que se pronuncie y bregue por retomar los fueros de la Revolución
de Nueva Democracia en el Nepal. No hay duda de la coincidencia, sin embargo
esa conjunción se ve contundentemente quebrantada cuando los camaradas de
manera precipitada y muy por fuera del contexto ideológico de la clase apoyan
una corriente que termina por fortalecer si no a Prachanda y su pútrido
revisionismo, la legitimidad de la dictadura burgués-terrateniente y su
instrumentación democrático-constitucionalista que ha sabido capitalizar para
sí los alcances de la Guerra Popular readaptándolos a los requerimientos de la
necesaria reforma estatal que demanda el imperialismo y sus aliados por
conjurar fundamentalmente la Guerra Popular y sus verdaderos objetivos.
Nuestro
partido ha trazado ya una línea divisoria entre nosotros y el revisionismo de
Prachanda, Avakián y otros. Es una línea insalvable donde a nuestro criterio
media también la necesidad de confrontarlos no solo en el plano de la lucha
política sin derramamiento de sangre (teórica) sino de imprimir comportamientos
cruentos y determinantes. Esa es una necesidad dialéctica que ya supo
ejemplificarnos de manera histórica el P. Mao, los camaradas del PCP, de la India,
etc. Las contradicciones con el revisionismo tienen carácter antagónico,
irreconciliable y deben tratárselas de la misma manera cómo debemos tratar los
antagonismos con el imperialismo, la gran burguesía, los grandes terratenientes
que en definitiva son agentes de la misma colina.
No
obstante también tenemos claro que la lucha contra el centrismo no tiene
todavía las mismas características que se le imprime a la lucha contra el revisionismo,
pues estamos conscientes que aún dichas contradicciones (con el centrismo)
pueden ser dirimidas dentro de la lucha ideológica en el seno del pueblo. Lucha
que debe ser plena, definida, precisa, bien posicionada ideológicamente,
frontal y constructiva, no devaluada
a una condición del simple debate, sino elevada a lucha ideológica en
condiciones que nos permitan además de fortalecer el MCI, dar paso a un nuevo
reordenamiento político ante la bancarrota del MRI, aplastar cualquier
desviación que pueda servir de apoyo al revisionismo que permanentemente se
reformula estrategias y facetas como sucede hasta ahora con el actual PCM
Maoísta y su dirección en el Nepal. Es en esa medida que consideramos
importante persistir en la lucha ideológica con quienes avalan la falsa “línea
roja” en Nepal como una alternativa viable y convincente ideológicamente en el
pro-seguir de la Revolución de Nueva Democracia en el Nepal, aspecto que en
nada nos exime de apoyar militantemente cualquier manifestación cierta que
verdaderamente bregue por los certeros objetivos del proletariado y pueblo del
Nepal.
Dentro
de este contexto nos permitimos hacer un llamado a los camaradas de Dazibao
Rojo a observar de mejor manera las condiciones en las que se desenvuelve la
lucha de clases en el Nepal, el rol del revisionismo y el peligro que conlleva
a la unidad de principios del MCI las posiciones centristas que a decir de
nuestro Partido son el umbral al revisionismo.
Mientras
la condena a Prachanda que ejercita el PCN-M se queda anidada en el seno del
sistema de gobierno y no se direccione de manera resuelta al sistema de estado
y vuelva sobre los fueros de la Revolución de Nueva Democracia nada se habrá
hecho en el Nepal y la tarea se manifiesta aún pendiente para que el
proletariado que con correcta dirección ideológica asuma la responsabilidad en
el escenario y condiciones apropiadas, mientras tanto para Prachanda y sus
acólitos nuestro profundo odio de clase, para el centrismo, nuestra franca
lucha ideológica manifiesta en el documento conjunto convertido en una poderosa
arma de lucha de mayor trascendencia histórica después de la bancarrota del
revisionismo y del MRI: ¡LA UNIDAD INTERNACIONAL DE LOS COMUNISTAS EXIGE LA
DERROTA DEL REVISIONISMO Y DEL CENTRISMO!
EL COMBATE AL REVISIONISMO ES UNA NECESIDAD IMPOSTERGABLE,
INEVITABLE Y CONTUNDENTE
LA LUCHA CONTRA EL IMPERIALISMO Y CUALQUIERA DE SUS MANIFESTACIONES
NO PUEDE ESTAR DESLINDADA DE LA LUCHA CONTRA LA SEMI FEUDALIDAD Y EL
CAPITALISMO BUROCRÁTICO
SI NO LUCHAMOS POR EL PODER, NADA HEMOS HECHO
BREGAR INCANSABLEMENTE POR LA UNIDAD DE PRINCIPIOS EN EL MOVIMIENTO
COMUNISTA INTERNACIONAL
¡VIVA EL MARXISMO-LENINISMO-MAOÍSMO!
¡VIVA LA GUERRA POPULAR EN LA INDIA, FILIPINAS, TURQUÍA Y PERÚ!
A CONQUISTAR EL SOL ROJO DE LA LIBERACIÓN: EL COMUNISMO
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