DECLARACIÓN POR EL
131º ANIVERSARIO DEL NATALICIO DEL PRESIDENTE MAO TSE-TUNG Y POR EL 2º
ANIVERSARIO DE LA LIGA COMUNISTA INTERNACIONAL
¡PONER LA GRAN
BANDERA ROJA DEL MARXISMO-LENINISMO-MAOÍSMO AL TIMÓN DE LAS GRANDES OLAS DE
LUCHA DE LAS MASAS!
En ocasión del 131º aniversario
del natalicio del gran Presidente Mao Tse-tung y del 2º aniversario de la
fundación de la Liga Comunista Internacional (LCI), enviamos nuestros
llameantes saludos clasistas proletarios al proletariado internacional y a los
pueblos y naciones del mundo. Los obreros y pueblos del mundo están combatiendo
y resistiendo el saqueo imperialista y las guerras de agresión y su sangriento
camino para redistribuirse el mundo. El pueblo palestino impulsa con su valiosa
sangre la heroica guerra de liberación nacional en Palestina contra los
agresores sionistas e imperialistas, y ha probado ser “una chispa que enciende
la pradera”, al impulsar el movimiento antiimperialista en todo el mundo.
Expresamos nuestro firme compromiso de seguir luchando por la unificación del
Movimiento Comunista Internacional sirviendo al desarrollo de la lucha
revolucionaria, combatiendo implacablemente el revisionismo como base para la
unidad, y poniendo énfasisespecialmente en aquellos Partidos
Marxistas-Leninistas-Maoístas que están dirigiendo la lucha por el Nuevo Poder
en la Guerra Popular y que así representan ejemplos luminosos para todos los
proletarios y comunistas del mundo.
Los eventos políticos en el mundo
desde la fundación de la Liga Comunista Internacional (LCI) no sólo han
enfatizado la necesidad de la unificación internacional, sino que también han
confirmado la justeza de las determinaciones estratégicas y tácticas comunes y
de las bases políticas, y en muchos casos también han confirmado su vívida
previsión: “Desde el principio de esta década, en todo el mundo se agudiza aún
más la crisis del imperialismo y del capitalismo burocrático, cuando se
profundiza su descomposición, se agudizan todas las contradicciones; generando
más situación revolucionaria en desarrollo desigual en todo el mundo, expresada
en gran actividad de las masas, su explosividad hace temblar a todos los
reaccionarios y sus sirvientes revisionistas; ésta se manifiesta por doquier
marchando a grandes explosiones jamás antes vistas. Situación objetiva a cuyo
encuentro marcha con paso firme el desarrollo del factor subjetivo,
principalmente el proceso de los Partidos Comunistas, como Partidos Marxistas-Leninistas-Maoístas
de nuevo tipo, para iniciar las nuevas guerras populares. Abriendo así un nuevo
momento o período de revoluciones como parte de la Nueva Gran Ola de la
Revolución Proletaria Mundial. Esta situación determina las tareas, la
estrategia y la táctica de los Partidos Comunistas en todo el mundo.”
(Declaración Política y de Principios, diciembre de 2022). Nuestra estrategia y
tácticas, así como el enfoque a todos los problemas de la situación mundial
deben partir de esta comprensión de la situación mundial. En resumen, analizar
como las clases de arriba y las de abajo confrontan, los dos polos en lucha que
determinan la existencia de la situación revolucionaria en desarrollo,
sirviendo así para probar más ampliamente las condiciones objetivas por la
revolución, el desarrollo de sus componentes y sus perspectivas.
Los esfuerzos del Imperialismo por solucionar
su propia crisis económica mediante la intensificación del saqueo y opresión
sobre las semicolonias y colonias, así como sobre la clase obrera y los pueblos
-concentración de la propiedad de la tierra basada en la expulsión de los
campesinos, expropiación de la pequeña producción campesina, inflación y
desempleo masivos, desindustrialización de regiones enteras, relocalización de
fábricas, tasas de interés récord, migración forzada, agudizando la colusión y
pugna entre los imperialistas impulsando la revolución, y ha exacerbado
masivamente la crisis política en una gran cantidad de países. También grandes
países imperialistas como Alemania, Francia e incluso los propios Estados
Unidos, el principal imperialista a nivel mundial, están enfrentándose
crecientemente a una situación en la que no pueden continuar como antes. El
nuevo presidente de EE.UU., Donald Trump, es una clara expresión de la
necesidad del imperialismo estadounidense de reaccionar a su crisis y la
tendencia que muestra su decadencia, la cuál se está manifestando actualmente
por encima de todo en los llamados “imperialistas occidentales”, y expresa el
intento del capital monopolista estadounidense de ajustarse políticamente al
balance mundial del poder, las agitaciones que están tomando lugar y a la
agudización de la contradicción de clase a nivel nacional. El imperialismo
estadounidense debe hacer reajustes para mantener sus objetivos estratégicos de
cercar a su oponente imperialista ruso y para contener a la China
socialimperialista, siendo los intentos actuales de intervenciones y
preparativos de guerra las piedras que dejan caer sobre sus propios pies, y que
se enfrentan a fiera resistencia y también contraofensivas. El resultado de la
política imperialista, en colusión y pugna de los diferentes imperialistas, en
los últimos dos años de guerra en Ucrania es una mayor opresión nacional y
subyugación y un gran esfuerzo para la mayor división del país, lo cuál ha
probado una vez más frente a los ojos de las masas que Zelensky es un traidor
vendepatria y lacayo del imperialismo. Bajo la luz del
Marxismo-Leninismo-Maoísmo, la crisis de la cada vez más reaccionaria
democracia liberal es evidente, así como de todo su sistema de partidos e
instituciones, que cada vez están más divididos, con problemas para establecer
gobiernos mínimamente estables, abriendo el camino para el fascismo. Las clases
de arriba no pueden continuar gobernando como antes. Al mismo tiempo, los
proletarios, los obreros, los campesinos y las clases medias oprimidas están
mostrando en grandes huelgas prolongadas, manifestaciones, levantamientos y
rebeliones, que ya no quieren continuar como antes. Las luchas y levantamientos
de liberación nacional en la región del llamado “Oriente Medio”, especialmente
en Palestina, están poniendo los planes de los imperialistas en una posición
difícil y debe entenderse como una parte de un fuerte grito de los pueblos
oprimidos contra las sangrientas intervenciones y guerras de reparto de los
imperialistas. El crecimiento de nuevas luchas y guerras de liberación y por la
soberanía nacional confirma que la contradicción dominante en el mundo actual
es la que hay entre imperialistas y pueblos y naciones oprimidas, la cuál
también influencia y domina el desarrollo de la contradicción
interimperialista, porque las naciones oprimidas son precisamente el botín de
guerra, probando así perfectamente que sólo la Revolución Proletaria puede
evitar la guerra mundial, o la guerra mundial trae consigo la Revolución
Proletaria. Sobre la base de que las masas lo son todo. Las clases de abajo no
quieren continuar viviendo como antes. Las masas se levantan en olas,
espontáneamente, pero cada vez más masiva y combativamente. Hay una situación
revolucionaria en desarrollo en todo el mundo que se expande a su vez en el
desarrollo de la lucha antiimperialista y la protesta popular.
Los comunistas comprendemos, que
la contienda imperialista por la partición y nuevo reparto, que se desarrolla
en medio de colusión y pugna, como el desarrollo de la situación revolucionaria
u objetiva siguen la ley del desarrollo desigual: “La ley de la desigualdad del
desarrollo en el período del imperialismo significa el desarrollo a saltos de
unos países con respecto a los otros, el rápido desalojamiento del mercado
mundial de unos países por otros, los repartos periódicos del mundo ya
repartido, mediante choques bélicos y catástrofes bélicas, el ahondamiento y la
agudización de los conflictos en el campo del imperialismo...” (Stalin). Aquí
Stalin, demuestra brillantemente la bancarrota de las teorías burguesas y
pequeñoburguesas varias de la crisis, como las encontramos también hoy en día,
por ejemplo, en las llamadas “crisis múltiples” o la “crisis permanente”, que
se desenmascaran a sí mismas con la realidad y el paso del tiempo.
Indudablemente, el movimiento comunista mundial se encuentra en un momento
complejo pero propicio, de emergencia de varias contradicciones, que se desatan
en un desarrollo desigual como “soluciones violentas y momentáneas de las
contradicciones existentes” (Marx), la cuál depende de que los comunistas
entiendan como consolidar logros previos positivos y creen nuevas condiciones
subjetivas que cumplan con las necesidades del momento. El Presidente Mao da
importantes lecciones a los comunistas sobre la relación entre las fuerzas
objetivas y subjetivas: “A pesar de que las fuerzas subjetivas de la revolución
china son débiles en la actualidad, lo es también toda la organización (...) de
las clases dominantes reaccionarias, (...) Y aunque en China las fuerzas
subjetivas de la revolución son ahora débiles, sin duda la revolución avanza
hacia su auge más rápidamente que en Europa occidental, porque aquí las fuerzas
de la contrarrevolución son relativamente débiles también.” El hecho de que las
fuerzas subjetivas sean relativamente débiles sólo nos enseña que no es posible
vencer rápidamente, sino parte por parte, y por saltos. Aquellos que se
resignan a lamentarse ante las dificultades están nutriendo el capitulacionismo
y liquidacionismo, lo que no es otra cosa que revisionismo. Son verdaderos
apologistas del imperialismo. El revisionismo empaña la lucha de clases, centra
su foco en el enemigo, en la acción del imperialismo y no en la de las masas.
El Presidente Mao nos enseñó que todo depende de tener una línea ideológica y
política correcta y en asumirla plena y conscientemente, para estar preparados
para pagar el precio más alto. Además, en periodos de desarrollo de la situación
revolucionaria, los cambios históricos que requieren años o siglos, tienen
lugar en cuestión de días o semanas. También Lenin enfatizó que: “En la
historia de las revoluciones surgen a la luz contradicciones que han madurado a
lo largo de décadas y hasta de siglos. La vida adquiere una riqueza sin
precedentes. Aparecen en la escena política, como combatiente activo, las
masas, que siempre permanecen en la sombra (…) Realizan heroicos esfuerzos para
elevarse a la altura de tareas gigantescas, de envergadura universal, que la
historia les impone, y por grandes que puedan ser las derrotas aisladas, y por
mucho que puedan conmovernos los ríos de sangre y las millares de víctimas,
nada puede compararse en importancia, con lo que representa esta educación
directa de las masas y de las clases (…)”.
El desarrollo de las luchas de
liberación nacional por todo el mundo, que actualmente se expresa en una forma
concentrada en el centro de la tormenta del llamado Oriente Medio, muestra que
la profundización de la crisis general del imperialismo también está generando
más situaciones revolucionarias en desarrollo desigual en diferentes países. La
heroica guerra de liberación nacional en Palestina, destacando el Diluvio de
Al-Aqsa el 7 de octubre, es un impulso esencial para la mejora de las luchas en
la región entera (como en Líbano), pero también un impulso significativo para
el desarrollo en todo el mundo del movimiento antiimperialista. Este hito
representa un punto de ruptura en la situación mundial. Desde entonces la
situación mundial se está transformando con a una velocidad extraordinaria. El
creciente aislamiento del régimen genocida sionista en Israel retrasa y frustra
parcialmente los planes del imperialismo estadounidense, y también intensifica
la oposición de las masas en los Estados árabes a sus regímenes
burocrático-capitalistas, así como cada vez más pone a los imperialistas bajo
presión en todo el mundo. El cambio de régimen en Siria, puesto sobre la mesa,
dirigido y apoyado con la intervención de las tropas de los imperialistas y sus
lacayos regionales, con el objetivo de la balcanización del país, debe ser
firmemente rechazado al ser un ataque más contra los pueblos sirios y contra la
soberanía del país. Al mismo tiempo es un ejemplo de advertencia para los
pueblos que actualmente luchan por su liberación, de que el camino de la
independencia y soberanía nacional sólo pueden ser conseguido de forma
consistente si confían en sus propias fuerzas y aplicando un carácter
antiimperialista a la lucha como parte de la Revolución de Nueva Democracia para
acabar con la dominación del imperialismo, capitalismo burocrático y
semifeudalidad. La dirección proletaria se muestra como decisiva en la lucha de
liberación nacional, y querríamos enfatizar que un frente unido dirigido por
los comunistas es una necesidad urgente.
A la luz de esta nueva situación
mundial, la creciente maduración de las condiciones favorables y también de
situaciones revolucionarias, la importancia mundial de los Partidos
Marxistas-Leninistas-Maoístas y especialmente de las guerras populares dirigidas
por ellos también debe ser entendida, así como la importancia de su apoyo y
propagandización, como también enfatizamos en la Declaración Política y de
Principios: “Reafirmamos que la verdadera autodeterminación nacional solo se
puede lograr a través de la Revolución de Nueva Democracia o la Revolución
Socialista, según sea el caso, para lo cual es necesario constituir o
reconstituir partidos comunistas de nuevo tipo, Partidos
Marxistas-Leninistas-Maoístas capaces de conducir la revolución hasta el fin.”
Las guerras populares en India, Perú, Turquía y Filipinas no sólo resisten y se
desarrollan en medio de complejas situaciones de cerco y ofensivas
contrarrevolucionarias. Al mismo tiempo, son los ejes de la Revolución
Proletaria Mundial, de los cuáles se pueden derivar no sólo consideraciones
estratégicas de la Revolución Proletaria Mundial, sino que también representan
ejemplos de la superioridad y justeza de la visión proletaria del mundo. Los
importantes desarrollos del movimiento revolucionario en Brasil, el país más
poblado en América del Sur, deben ser vistos como una nueva contribución
significativa. Las protestas masivas y rebeliones del pueblo, principalmente de
los campesinos pobres y sin tierra, se están fusionando con la dirección de un
Partido Marxista-Leninista-Maoísta y cada vez más están tomando la forma de
revolución agraria como parte de la Revolución de Nueva Democracia. Este
desarrollo no sólo refuerza nuestro ardiente optimismo proletario, sino que
también confirma de manera destacada las leyes básicas del Marxismo de que
cuando la teoría revolucionaria se une con las masas, se convierte en una
fuerza material, y por lo tanto queremos puntualizar la importancia de la
consolidación y desarrollo de las fuerzas subjetivas como organizaciones y
Partidos proletarios, especialmente en la presente situación de errático
desarrollo de la situación mundial: “Porque no toda situación revolucionaria
origina una revolución, sino tan sólo la situación en que, a los cambios
objetivos arriba enumerados, se les suma un cambio subjetivo, a saber: la
capacidad de la clase revolucionaria de llevar a cabo acciones revolucionarias
de masas.” (Lenin).
En medio de una situación mundial
caracterizada por hechos y agitaciones drásticas, queremos celebrar el 131º
aniversario del Presidente Mao Tse-tung y conmemorarlo mediante el mayor
desarrollo vigoroso de la campaña por el Marxismo-Leninismo-Maoísmo, la nueva,
tercera y superior etapa de la ideología proletaria. Debemos entender la
campaña por el Maoísmo como parte de la lucha por la reunificación del
movimiento comunista mundial, que en el momento actual se expresa
particularmente en tres puntos fundamentales de unidad: “el maoísmo, la lucha
contra el revisionismo y la revolución proletaria mundial.” La Declaración
Política de Principios definió la fundación de la LCI como un “paso para
reunificarnos y superar la dispersión en el Movimiento Comunista Internacional
y se ha abierto una nueva etapa de la lucha organizada por la reconstitución de
la Internacional Comunista, bajo el mando y guía del maoísmo (…)” Hace dos años
se decidió la fundación de una nueva organización internacional del proletariado
en la Conferencia Internacional Maoísta Unificada. Este evento marcó un punto
de no retorno en la lucha por la reunificación de los comunistas a nivel
mundial, permitió una coordinación sistemática de 15 Partidos y organizaciones
miembros, basada en el principio proletario del centralismo democrático y así
también confirmó la lucha contra la fragmentación ideológica, política y
organizacional del movimiento comunista mundial como un criterio esencial para
el desarrollo de la Revolución Proletaria Mundial, como los titanes y clásicos
del proletariado nos mostraron y enseñaron en grandes lecciones. Los últimos
dos años han visto importantes pasos hacia el cumplimiento de esta tarea,
especialmente en términos de consolidación creciente, que al mismo tiempo deben
ser usados como una base para permitir un mayor desarrollo. Cada nuevo
desarrollo se basa en la consolidación de uno previo, y se requieren nuevas
tareas para el desarrollo de condiciones subjetivas apropiadas para dominarlos.
La Liga Comunista Internacional es un instrumento para la reunificación y
reconstitución de la Internacional Comunista para combatir el imperialismo, el
revisionismo y toda reacción. Por lo tanto es necesario que asumamos las tareas
y posibilidades sobre la situación actual y desarrollarlas aplicando la lucha
de dos líneas que, aplicada consciente y francamente, forjará y desarrollará
nuestras fuerzas y capacidades en medio de la lucha de clases y la lucha de dos
líneas. Por lo tanto aceptamos de buen grado y saludamos todas las
aportaciones, coordinación y actividades comunes de los Partidos y
organizaciones comunistas dentro y fuera de la LCI, que prueban la creciente
vitalidad y actividad de los comunistas a nivel internacional, y sirven para
cumplir nuestro papel como comunistas en el momento actual. Nuestra tarea
inmediata es desarrollar la creciente protesta popular, movilizar, politizar y
organizar las masas hondas y profundas en la lucha contra el imperialismo y
toda reacción, de forma inseparable del combate contra el revisionismo y todo
oportunismo. Para forjar la lucha de clases de verdaderos Partidos Comunistas
Marxistas-Leninistas-Maoístas para llevar a cabo la revolución.
El propio Presidente Mao otorgó
una gran importancia a la lucha contra el revisionismo – principalmente el
revisionismo moderno – y así desarrolló el movimiento comunista internacional.
También hoy, después de un largo periodo de dominación revisionista relativa en
muchos países, afirmamos que es una tarea y deber esenciales de los comunistas,
especialmente de la organización comunista internacional, la LCI, dirigir y
hacer avanzar la lucha contra el revisionismo. En nuestra declaración
fundacional enfatizamos: “El Presidente Mao nos dijo: “la historia del
movimiento comunista internacional nos muestra que la unidad proletaria se
consolida y desarrolla en la lucha contra el oportunismo, el revisionismo y el
divisionismo”. Los comunistas deben posicionarse en las primeras líneas de las
batallas y librar los combates sin temor. El proletariado tiene un luminoso
futuro. El imperialismo es oscuridad, hambre, miseria, genocidio, explotación y
opresión. Nuestro deber como Partidos Comunistas es derrotarlo, barrer la
reacción de la faz de la tierra con violencia revolucionaria.
¡CELEBRAR EL 131º ANIVERSARIO DEL
NATALICIO DEL PRESIDENTE MAO TSETUNG FORTALECIENDO LA LUCHA POR EL
MARXISMO-LENINISMO-MAOÍSMO!
¡VIVA LA LUCHA POR LA REUNIFICACIÓN DEL
MOVIMIENTO COMUNISTA INTERNACIONAL, VIVA LA LIGA COMUNISTA INTERNACIONAL!
¡VIVA LA HEROICA LUCHA DE
LIBERACIÓN NACIONAL PALESTINA Y LA LUCHA DE LIBERACIÓN NACIONAL DE LAS NACIONES
OPRIMIDAS!
¡VIVA EL MOVIMIENTO COMUNISTA
INTERNACIONAL Y LAS GUERRAS POPULARES LIBRADAS POR PARTIDOS
MARXISTAS-LENINISTAS-MAOÍSTAS!
¡ABAJO EL REVISIONISMO!
¡VIVA LA REVOLUCIÓN PROLETARIA
MUNDIAL!
Liga
Comunista Internacional Diciembre
de 2024
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