YASUNÍ: LA REESTRUCTURACIÓN DEL VIEJO ESTADO
Y LA REPRIMARIZACIÓN DE LA
ECONOMÍA
La
volatilidad de la economía ecuatoriana se ha puesto en evidencia una vez más.
La reforma del viejo estado argumentada por el régimen fascista-corporativista
de Alianza País[1] han
evidenciado la debilidad del mercado interno y la incapacidad (deliberada) de
impulsar el proceso de industrialización al que convocara Rafael Correa a
propósito de pretender aplicar el modelo de sustitución de importaciones para promover
a la industria nacional.
Cuando
nos referimos a la incapacidad (deliberada) lo hacemos pensando que lo
fundamental de la reforma es la reestructuración del viejo estado sujeta de la
dinámica internacional donde operan además del imperialismo estadounidense y
sus intereses, la presencia de otras potencias en ascenso como China, Rusia…que
han “revuelto la trastienda” de los EEUU, sobre todo en América Latina. Es
decir, no es que sean “incapaces” de aplicar el modelo, es que no quieren ni
les interesa hacerlo. El discurso ambiguo del régimen se fundamenta en la
necesidad de “cambiar” la matriz productiva que según Alianza País estipula dejar de depender de la economía extractiva,
implementar medidas proteccionistas para estimular el consumo interno de
productos elaborados por la industria “nacional” y potenciar industrialmente la
producción petroquímica y energética, mientras que en verdad lo que hace es
reafirmar el capitalismo burocrático evolucionando las condiciones de
semifeudalidad y semicoloniedad del país.
La
inevitable vorágine de las importaciones[2] no deja de constreñir y
ahogar a la incipiente burguesía industrial del país y esto a pesar de las
permanentes contracciones de la demanda interna que genera el régimen[3] mientras análogamente estimula
de forma expansiva la inversión de las transnacionales, sobre todo en el sector
primario de la economía en el país.
Impulsar
esta reforma, esta reestructuración, demandan de ingentes recursos que
eventualmente la gran burguesía no quiere desembolsar, en esa medida se apoya
en el Estado para poder extraer vía reprimarización de la economía las divisas
necesarias no para dar el “salto” del país a la órbita capitalista (aproximar
la revolución democrático burguesa), sino para reacondicionarla a la
subsistencia de relaciones de producción semi feudales maquilladas de
capitalismo y al sometimiento imperialista mimetizado en el discurso “antiimperialista”
y de “apertura” a otras potencias, cuando claro está que la estructura cervical
de la economía del país sigue siendo sometida preponderantemente por el
imperialismo norteamericano.
La
reprimarización de la economía en el país también se aboca a la necesidad que
tiene el gobierno de transferir recursos de la economía real al sector
financiero que es el que mueve la banca, la construcción, el mercado interno, manejado por la burguesía compradora.
Transferencia que además de “contentar” a “unos y otros” ha determinado cierto consenso entre las dos expresiones de la
gran burguesía por el impulso a la reforma estatal, tanto así que el gobierno
no ha encontrado en esta burguesía (compradora) resistencia u oposición cierta
a su gestión, no obstante el confuso discurso anti “oligárquico” del régimen.
Para
esto, el gobierno se plantea echar mano de la “ventaja comparativa” es decir
que el país debe especializarse en lo que mejor sabe hacer y para el caso del
Ecuador pasa por la explotación minera y que
conlleva –necesariamente- un importante abandono al púber proceso de
industrialización.
De
ahí las incoherencias del régimen de pretender
profundizar la explotación y producción hidrocarburífera[4] y por otro lado hablar del
cambio de la matriz productiva so pretexto del proceso de industrialización.
Y
es desde esta perspectiva que resulta necesario y objetivo tratar el tema
Yasuní y no necesariamente desde el discurso ecologista y subjetivo con el que
está manejando el oportunismo pequeño burgués y el revisionismo.
La explotación del
Yasuní se registra dentro de este contexto, de la búsqueda de capitales, de
divisas para financiar el rescate del capitalismo burocrático.
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La idea de lanzarse a la mendicidad de recursos en el escenario internacional bajo el
“chantaje” de la explotación del parque nacional del Yasuní, tenía ya un
epílogo ante el cual el régimen ya estaba conjurado. Es decir, antes de montar el circo internacional donde
el limosnero principal era el país y el payaso oficial el régimen, la burguesía
burocrática ya tenía delineado el plan de explotación del Yasuní con la
complicidad o azuzamiento de los transnacionales, fundamentalmente chinas.
Yasuní
representa en esa medida la postración
del país y sus recursos a las transnacionales petroleras y el apoderamiento de
la gran burguesía de una bonanza circunstancial que en perspectiva en poco o
nada favorecerá a los sectores más deprimidos del país.
La
reprimarización sin duda alguna generará además de la degradación ambiental un
proceso de recesión que desestabilizará toda la economía evidenciando la
incapacidad de generar empleo sostenido, por el contrario: temporal, inestable.
Salarios que únicamente van a evidenciar la incapacidad de reproducir la fuerza
de trabajo, pérdida de capacidades humanas a pesar de la mentada reforma educativa
que impulsa el régimen; política fiscal agresiva, entre otros.
No
se puede intencionar una lucha contestataria y ecológica contra la decisión del
régimen de explotar Yasuni sin luchar contra la
reestructuración del viejo Estado y el salvataje del capitalismo
burocrático.
No
se puede luchar contra las pretensiones del régimen y el imperialismo de
explotar el Yasuní si no se combate al revisionismo que por un lado enquistado en el aparato burocrático del
Estado apoya dicho proyecto.
Pero
también está el “otro” revisionismo, el que opera por fuera del régimen pero
igual servil al viejo sistema de Estado (dictadura burgués-terrateniente) y al
pútrido sistema de gobierno (democracia burgués-terrateniente) que ya están
empotrados en las movilizaciones de las masas: MPD, Pachakutik, anarquistas, y
otros arrastrando al pueblo y sus luchas a transitar el camino de la
subjetividad y el extravío de sus propósitos, objetivo que en primera y última
instancia sigue beneficiando al Poder criollo y transnacional que siempre está
dispuesto a exprimir al máximo los recursos naturales del país para poder
materializar sus cometidos y su voracidad incansable.
No
hay que permitir la explotación del Yasuní porque ese proceso fortalece las
ínfulas del imperialismo; patrocina la reforma estatal, profundiza la
semicoloniedad y la semifeudalidad, imprime un circunstancial aliento de vida
al capitalismo burocrático y evidentemente tiene carácter depredador con la
naturaleza.
La
lucha contra la explotación del Yasuní es la lucha contra el imperialismo, la
gran burguesía, los grandes terratenientes y el revisionismo. Es fundamental
verlo desde esa óptica, porque es de clase, estratégica, y es desde esa base
que debemos emprender la brega decidida.
¡A COMBATIR AL RÉGIMEN CORPORATIVISTA
DE CORREA!
LA DESTRUCCION DEL VIEJO ESTADO ES UNA NECESIDAD INELUDIBLE ANTE LA
PREMURA HISTÓRICA DE CONSTRUIR LO NUEVO:
¡LA
NUEVA DEMOCRACIA!
SIN DESTRUCCIÓN NO HAY
CONSTRUCCIÓN. PREPARAR Y DESARROLLAR LA GUERRA
POPULAR HASTA EL COMUNISMO
¡VIVIA LA GUERRA POPULAR EN LA INDIA, TURQUÍA, FILIPINAS Y PERÚ!
INTERNACIONAL:
HONOR Y GLORIA PARA EL CAMARADA OSMIR VENUTO DA SILVA (BRASIL)
¡VIVA LA LUCHA CAMPESINA EN COLOMBIA!
El Partido Comunista del Ecuador-Sol Rojo saluda la
pujante, decidida e importante lucha emprendida por el proletariado agrícola y
demás masas campesinas explotadas de Colombia en contra del viejo Estado y el
régimen narco paramilitar de Santos.
Mientras
el régimen obnubilado en la mesa de negociación con la guerrilla revisionista
de las FARC, [5]
las masas rebasando a sus direcciones se
han volcado en una huelga nacional que
demuestra una vez más que el proletariado es la clase fundamental en la lucha
de clases y en la dirección ideológica-programática de todas las luchas de los
explotados, las masas campesinas pobres y oprimidas son la fuerza principal que
abonan a la necesidad de la revolución, la destrucción del viejo Estado y la
construcción del Nuevo Poder.
A
pesar de que Santos desatara iracundo el terrorismo de Estado contra las masas
campesinas, éstas han sabido mantenerse en pié de lucha e indeclinables en sus
propósitos recurriendo a la movilización, bloqueo y cierre de carreteras. Como lo manifiestan los camaradas de la UOC,
“más de 40 bloqueos en 21 de los 32
departamentos hacían sentir la rebeldía de los pobres del campo” dan cuenta
de la magnitud y movilización campesina.
Auguramos
que la línea ideológica correcta sea la que prevalezca en estas jornadas de
lucha y no permeabilicen la presencia del revisionismo y del oportunismo que
permanentemente pululan por arrastrar a las masas a la conciliación y al
despropósito en sus luchas y objetivos.
¡VIVA LA LUCHA DEL
PROLETARIADO Y PUEBLO DE COLOMBIA!
¡SI NO COMBATIMOS AL REVISIONISMO, NADA HABREMOS HECHO!
¡GLORIA A LA DIRECCIÓN PROLETARIA EN LAS LUCHAS DEL PUEBLO!
SIRIA: PROLETARIOS Y PUEBLOS DEL
MUNDO: ¡UNÍOS!
Ya los pueblos del mundo conocemos de aquella vieja
tramoya imperialista de inventar “falsos
positivos” para pretender justificar la brutal agresión a los pueblos que
de una u otra manera no se alinean dentro de sus intereses geopolíticos.
Los
hechos son los que han hablado en la historia: ha sido precisamente el
imperialismo estadounidense el mayor agresor, criminal, genocida y terrorista
de la humanidad.
¿Acaso
ha sido otro el país que ha utilizada armamento nuclear como si lo hicieron los
EEUU en Japón ya en los estertores de la Segunda Guerra Mundial? ¿Acaso no han
sido los EEUU quienes han arrasado pueblos enteros y utilizaron armas químicas
en Vietnam, Camboya, Afganistán, Irak…?
Hoy,
producto de las contradicciones interimperialistas en el mundo Siria es
sometida a una cruenta agresión. Al igual que ayer en Irak bajo la banal escusa
de la existencia de armamento nuclear y/o químico –armas de destrucción masiva-,
el imperialismo amenaza atacar violentamente a Siria como si desde hace ya algunos
años no lo viniera haciendo utilizando a mercenarios con la asistencia de
Israel, Francia e Inglaterra.
La Casa Blanca ha aprobado la intervención abierta en
Siria. Pretenden debilitar al aparato militar y económico de las fuerzas sirias
para dar paso a que las hienas terroristas apoyadas por el imperialismo puedan
ultimar la cruenta embestida.
La
utilización de armas químicas por parte del Ejército Libre de Siria (terrorismo
imperialista) con la idea de inculpar al régimen de Bashar Al-Assad va perdiendo
peso, y no serán precisamente los organismos internacionales que controlan los
EEUU los que sancionen estos execrables
comportamientos atentatorios a los más elementales preceptos de la guerra, por
el contrario, serán los pueblos y naciones oprimidas las que deben operar y
combatir al imperialismo estadounidense y sus aliados en cualquier lugar del
planeta.
Como
comunistas tenemos claro que las contradicciones internas en Siria están
marcadas por el carácter irreconciliable entre el proletariado y demás masas
explotadas con la gran burguesía y los grandes terratenientes semi feudales
(relaciones de producción muy marcadas en Siria), sin embargo la penetración o
intervención imperialista en ese país coloca la contradicción
nación-imperialismo como la fundamental en este período, en esa medida la clase
y el pueblo del Ecuador hacemos nuestra la lucha antiimperialista del hermano
pueblo de Siria, nos solidarizamos con su justa lucha de resistencia,
aniquilamiento y expulsión de la fuerzas
del terrorismo internacional auspiciado y manejado por los coalición terrorista
de: EEUU-Israel-Francia e Inglaterra.
¡LA CAUSA DEL PUEBLO SIRIO ES LA CAUSA DE LOS PUEBLOS OPRIMIDOS EN
TODO EL MUNDO!
¡VIVA EL MARXISMO-LENINISMO-MAOISMO!
¡MUERTE AL IMPERIALISMO!
¡YANKEES, GO HOME!
A CONQUISTAR EL SOL ROJO DE LA LIBERACIÓN: EL COMUNISMO
[1] Al servicio de la burguesía
burocrática y con ella de la gran burguesía, grandes terratenientes y obviamente
del imperialismo.
[2] La mayoría de ellas en
manos de vastos sectores de la burguesía compradora a pesar de las medidas
proteccionistas que ha implementado el régimen y que insuficientes terminan por
fortalecer la concentración de los commodities
[3] El régimen ha
emprendido con ciertas políticas arancelarias para “proteger” a la “industria
nacional”, sin embargo paulatinamente las ha ido retirando ya sea por presión
comercial y política de los países que inyectan sus productos en el mercado
nacional como por la coerción que han ejercitado los importadores al interior del país.
[4] Sector primario de la economía en
la medida de que el hidrocarburo es vendido como tal, es decir sin tener un
plus o valor agregado.
[5] Hay varias
organizaciones que cuestionan el proceso de negociación que vive esta
organización en armas con el gobierno y estado colombiano. No se entiende que
las negociaciones y la capitulación del revisionismo está íntimamente ligada a
sus concepciones pequeño burguesas. Que si bien es cierto negocie o no su
rendición no es lo fundamental, puede no hacerlo y sin embargo su carácter
revisionista pervivirá, y si llega a hacerlo, pues sencillamente su condición
oportunista y revisionista se evidenciará de manera más palmaria.