Páginas

jueves, 22 de noviembre de 2012

Declaración Conjunta





DECLARACIÓN DE APOYO
A LA GUERRA POPULAR EN LA INDIA
El imperialismo, fase superior y última del capitalismo, fase de agonía y descomposición del sistema capitalista mundial, ha sido y sigue siendo un parásito de la sociedad, una traba a su progreso, un devorador de hombres y un destructor de la naturaleza. Anhelar un nuevo modelo de capitalismo sin imperialismo, es un ensueño pequeño burgués. Pensar en vencer al imperialismo sin necesidad de la Revolución Proletaria Mundial, o pretender triunfar en ella sin derrotar al oportunismo, es antiimperialismo de palabra, apología imperialista de hecho. Más allá del imperialismo sólo sigue la Revolución Proletaria Mundial y la Sociedad Socialista bajo la Dictadura del Proletariado, que llevará a la Sociedad Comunista sin explotación del hombre por el hombre, sin diferencias de clase, sin guerras y sin Estado.

Contra la Revolución Proletaria Mundial – la tendencia histórica principal en la época del capitalismo moribundo – se alza la burguesía de todos los países imperialistas en asocio con las clases reaccionarias de todos los países oprimidos, pretendiendo evitar la sepultura del sistema imperialista mundial de opresión y explotación, por ser un sistema caduco e incompatible con la existencia de la sociedad, un sistema cuyo ropaje de igualdad, democracia y libertad, ha sido rasgado por la actual crisis económica, dejando al descubierto la colosal acumulación y concentración de capital y riqueza en la propiedad privada de los grupos parásitos monopolistas, en contraste con la miseria acumulada en la sociedad cuyo trabajo produce la riqueza. Ante tan dramática realidad ¡No basta resistir! ¡Es necesaria la revolución!

La India es un ejemplo material y gigantesco de esa situación. Es un hervidero de explotación, donde la esclavitud asalariada se refuerza con formas antiguas de explotación del trabajo, en un único proceso donde mil millones de personas producen para que unas minoritarias clases dominantes con sus amos y socios imperialistas, se apropien y concentren en sus manos toda la riqueza. La India es una cárcel subcontinental, donde bajo el emblema de la democracia se ejecuta la sanguinaria dictadura de la burguesía, los terratenientes y el imperialismo sobre las clases trabajadoras, con reaccionarias campañas militares como la llamada “Operación Cacería Verde” contra la justa rebelión de las masas trabajadoras más pobres del país.
En consecuencia, las agudas contradicciones sociales han convertido a la India, en un bastión y avanzada de la Revolución Proletaria Mundial, donde el Partido Comunista de la India (Maoísta) dirige la Guerra Popular de las masas oprimidas y explotadas alzadas en armas contra todo el poder político y económico de los opresores y explotadores, nacionales y extranjeros, dispuestas a derrocar y destruir el Estado reaccionario, y construir el poder de un nuevo Estado de obreros y campesinos, cuyos embriones ya surgen en diversas zonas donde el poder militar de los explotadores ha sido derrotado y en su lugar se instauran órganos de Gobierno del Pueblo respaldados en la Milicia Popular, a su vez embrión del armamento general del pueblo en el futuro Estado de Nueva Democracia, como una forma de la Dictadura del Proletariado. 

La “Operación Cacería Verde” es un componente de la guerra injusta y reaccionaria contra el pueblo de la India, repudiada no sólo por los obreros, campesinos, tribus y pueblos, sino también por sectores democráticos y progresistas, dentro y fuera de la India.

La Guerra Popular es por el contrario, una guerra revolucionaria justa y la vía de la Revolución en la India, contra el Estado reaccionario protector de los privilegios de clase de todos los explotadores. Una guerra que merece y requiere el apoyo de los obreros y pueblos del mundo, como poco a poco ha ido calando en la celebración mundial del Primero de Mayo.

La Guerra Popular en la India, obliga al apoyo y solidaridad de los revolucionarios y especialmente de los comunistas marxistas leninistas maoístas del mundo, en correspondencia  con el principio del Internacionalismo Proletario, radicalmente distinto al apoyo de los demócratas y progresistas, que no va más allá de exigir el respeto a los derechos humanos pregonados por la burguesía; de reivindicar las banderas burguesas de la igualdad, libertad, fraternidad y la democracia, que es democracia para los ricos y dictadura para los pobres; de manifestar una solidaridad que no sobrepasa los límites de la institucionalidad democrática del Estado burgués.

El Internacionalismo Proletario es diametralmente opuesto a la falsificación oportunista del internacionalismo, que se levanta contra el imperialismo norteamericano, pero se pliega y apoya a sus competidores imperialistas de Europa y Asia; que de palabra dice defender la Revolución  Proletaria Mundial, pero en los hechos teme al imperialismo, traiciona y canjea la guerra popular por el establo parlamentario burgués; depone la lucha armada dirigida a destruir el Estado reaccionario para prosternarse ante la dictadura de la burguesía; renuncia a la revolución bajo la dirección del proletariado, para convertirse en apologista de la caduca revolución burguesa de viejo tipo. Ese ha sido el traidor, repugnante y revisionista papel jugado por el Partido Comunista de Nepal (maoísta) desde el año 2006.

El contenido esencial del Internacionalismo Proletario es el compromiso, apoyo y lucha por el triunfo de la Revolución Proletaria Mundial sobre el imperialismo, en la necesaria dirección histórica del triunfo mundial de la Dictadura del Proletariado. Y siendo un principio fundamental de la teoría leninista sobre el imperialismo, que sin derrotar al oportunismo la lucha contra el imperialismo es una frase vacía, toda conciliación con el oportunismo falsea y socava el verdadero Internacionalismo Proletario. 

Está próxima a realizarse en Hamburgo, una Conferencia Internacional de Apoyo a la Guerra Popular en la India, promovida y encabezada por el Partido Comunista de Italia (maoísta) al cual se le criticó su conciliación con el revisionismo nepalés. Sin embargo, lejos de reconocerlo y corregir, negó su autocrítica, persistiendo en conciliar con la fracción revisionista de Kirán, jefe del llamado “nuevo” PCN(m), partidario de la teoría táctica del acuerdo de paz, defensor de los compromisos adquiridos en ese pacto de traición a la guerra popular, crédulo en la democracia burguesa y sumiso ante el imperialismo chino.

Levantar la bandera del apoyo a la Guerra Popular en la India de común acuerdo y conciliación con posiciones que han traicionado la Guerra Popular en Nepal, y presentarlo a nombre del comunismo y del Internacionalismo, es un despropósito y una falsificación del Internacionalismo Proletario, que tras la ventaja inmediata de la solidaridad internacional en el marco de la democracia burguesa, sacrifica el contenido revolucionario del Internacionalismo, pues lejos de unir, impide la unidad de los comunistas ante una causa justa y común como lo es la Guerra Popular en la India.

En abril del 2011, a pesar de las discusiones y críticas al centrismo complaciente con el revisionismo nepalés, algunos dimos apoyo teórico y práctico a la Semana de Solidaridad con la Guerra Popular en la India, también promovida por el Partido Comunista de Italia (m), el mismo que por esos días, con motivo del Primero de Mayo, impulsó una Declaración donde fue evidente la conciliación con el revisionismo, al eludir la traición en Nepal para poder firmarla en conjunto con el partido prachandista, y en la cual, además de otros partidos de conocida tendencia centrista, se involucró también el Partido Comunista de la India (Maoísta). Desde entonces, ese disimulado centrismo se guareció tras la mampara “antiprachandista” de Kirán & Cía., siendo denunciado, debatido y desenmascarado por distintas organizaciones marxistas leninistas maoístas, y especialmente combatido en las posiciones centristas de los maoístas de Galicia. Aún así, prosiguió la obstinada tendencia a conciliar con el revisionismo nepalés, y ahora como tendencia promotora de la Conferencia Internacional de Hamburgo, la convierte en una Conferencia “internacionalista” que desvirtúa el verdadero Internacionalismo Proletario, pues mientras se siga encubriendo la traición a la Guerra Popular en Nepal y tratando como camaradas a los traidores, su apoyo a la Guerra Popular en la India no irá más allá de marco solidario demócrata burgués, aceptable para el imperialismo y suficiente para el oportunismo, pero no para el comunismo revolucionario. Esta es una divergencia de principio respecto al Internacionalismo Proletario, que nos impide adherirnos a la Conferencia Internacional de Hamburgo.

Una divergencia de principio que no permite dejar en el olvido las palabras de Marx “La experiencia del pasado nos enseña cómo el olvido de los lazos fraternales que deben existir entre los trabajadores de los diferentes países y que deben incitarlos a sostenerse unos a otros en todas sus luchas por la emancipación, es castigado con la derrota común de sus esfuerzos aislados”, obligando a reafirmar nuestro apoyo internacionalista a la justa Guerra Popular en la India, rechazar la insensatez política de condenarla como “revisionismo armado”, defender que su perspectiva – como parte de la poderosa Revolución Proletaria Mundial y no de una impotente revolución burguesa – estriba en que prevalezca la línea proletaria marxista leninista maoísta en la política que dirige al fusil, en el Partido Comunista de la India (Maoísta), a quien renovamos nuestra admiración, apoyo y respeto, sin renunciar a la crítica marxista entre camaradas.

Una divergencia de principio respecto al Internacionalismo Proletario que nos conmina a mantener firme el compromiso de la Declaración Conjunta del pasado 26 de diciembre ¡La unidad internacional de los comunistas exige la derrota del revisionismo y del centrismo!, renovando el llamado a los camaradas signatarios a luchar por una línea general de deslinde con todo tipo de oportunismo, cuya derrota, así cueste el sacrificio de algunas ventajas inmediatas, será la verdadera garantía de la victoria futura de la Revolución Proletaria Mundial sobre el imperialismo, y del triunfo mundial de la Dictadura del Proletariado, único rumbo del genuino Internacionalismo Proletario.

Noviembre 15 de 2012


STATEMENT OF SUPPORT
TO THE PEOPLE’S WAR IN INDIA
Imperialism, the highest and last phase of capitalism, phase of agony and decomposition of the world capitalist system, has been and remains a parasite of society, an obstacle to its progress, a man-eater and a destroyer of nature. To long for a new model of capitalism without imperialism is a petty bourgeois reverie. To think in defeating imperialism without a world proletarian revolution or to pretend to succeed without defeating opportunism, is anti-imperialism by word of mouth, imperialist apologia indeed.Beyond imperialism just follows the World Proletarian Revolution and the Socialist Society under the dictatorship of the proletariat, which will lead to Communist Society without exploitation of man by man, without class distinctions, without wars and without state.

Against the World Proletarian Revolution –the main historical trend in the age of moribund capitalism- rises the bourgeoisie of the imperialist countries in association with the reactionary classes of all oppressed countries, pretending to avoid the burial of the world imperialist system of oppression and exploitation, in spite of being as it is an outdated and incompatible system with the existence of society, a system whose guise of equality, democracy and freedom has been torn by the current economic crisis, revealing the colossal accumulation and concentration of capital and wealth in the hands of the private ownership of monopolistic parasitic groups, in contrast to the accumulated misery in society whose labour produces the wealth. Faced with such dramatic reality, it is not enough to resist: Revolution is needed!

India is a gigantic material example of that situation. It is a hive of exploitation, where the wage slavery is reinforced with old forms of labour exploitation, in a single process in which a billion people produce for a minority of ruling classes, along with their imperialist masters and partners, to take ownership of all the wealth and concentrate it in their hands. India is a huge subcontinental prison, where under the banner of democracy is waged a bloody dictatorship of the bourgeoisie, landlords and imperialism on the working classes, with reactionary military campaigns such as the “Operation Green Hunt” against the righteous rebellion of the working masses of the country’s poorest.

Consequently, the acute social contradictions have turned India into a bastion and advanced stronghold of the world proletarian revolution, where the Communist Party of India (Maoist) leads the People’s War of the oppressed and exploited masses, risen up in arms, against the entire political and economic power of the oppressors and exploiters, both native and foreign ones, willing to overthrow and destroy the reactionary State and build the power of a new state of workers and peasants, whose embryos already emerged in various areas where the military power of the exploiters has been defeated. Instead, were established organs of People's Government backed in the Popular Militia that is, at the same time, the embryo of the general armed forces of the people in the future state of New Democracy, as a form of Proletarian Dictatorship.

 “Operation Green Hunt” is an element of the reactionary and unjust war against the people of India, repudiated not only by workers, peasants, tribes and peoples, but also by democratic and progressive sectors inside and outside India.

The People’s War is, on the contrary, a just revolutionary war and the path of revolution in India against the reactionary state that protects the class privileges of all the exploiters. A war that deserves and requires the support of all the workers and peoples of the world as, little by little, is being proven in the global celebration of May Day.

The People's War in India requires the support and solidarity of revolutionaries and especially the Marxist Leninist Maoist communists of the world, according to the principle of proletarian internationalism, which is radically different to the support of democrats and progressives, that does not go beyond demanding respect for those human rights touted by the bourgeoisie; that does not go beyond vindicating the bourgeois flags of equality, liberty, fraternity and “democracy”, what means democracy for the rich and dictatorship for the poor; that does not go beyond expressing solidarity within the limits of the democratic bourgeois state.

Proletarian internationalism is diametrically opposed to the opportunistic falsification of internationalism that rises up against American imperialism but folds up and supports its imperialist competitors in Europe and Asia; that, by word of mouth, claims to defend the world proletarian revolution but, in fact, fears imperialism, betrays the People’s War and substitutes it for the stable of bourgeois parliament; that gives up the armed struggle aimed at destroying the reactionary state to prostrate itself before the dictatorship of the bourgeoisie; that renounces the revolution under the leadership of the proletariat to become outdated apologist of the bourgeois revolution of the old type. That was the revisionist disgusting traitor role played by the Communist Party of Nepal (Maoist) since 2006.

The essence of proletarian internationalism is the commitment, support and fight for the victory of the world proletarian revolution on imperialism in the necessary historical direction of the global triumph of the Dictatorship of the Proletariat. Being a fundamental principle of the Leninist theory of imperialism that without defeating opportunism the struggle against imperialism is an empty phrase, any conciliation with opportunism distorts and undermines the true proletarian internationalism.

Soon is to be celebrated in Hamburg an International Conference in Support
 of the People's War in India, promoted and headed by the Italian Communist Party (Maoist) which was criticized by its reconciliation stand towards Nepali revisionism. However, far from recognizing and correcting this stand, it refused its self-criticism, persisting in conciliating with the boss of the "new" CPN (m), Kiran’s revisionist fraction, supporter of the tactic theory of the peace agreement, defender of the commitments made in the pact of treason against the People’s War, credulous in the bourgeois democracy and submissive to Chinese imperialism.

To raise the flag of support to the People's War in India in mutual agreement and conciliation with the positions that have betrayed the People's War in Nepal and to present it in the name of communism and internationalism is an absurdity and a falsification of the proletarian internationalism: this stand, after the immediate advantage of international solidarity in the framework of bourgeois democracy, sacrifices the revolutionary content of internationalism, because far from uniting, prevents the unity of the Communists before a common and just cause as it is the People's War in India.

In April 2011, in spite of the discussions and criticism on centrism complacent with the Nepali revisionism, some of us, theoretically and practically, gave support to the Week of Solidarity towards the People's War in India, promoted by the Communist Party of Italy (m) as well, the one that in those days, on the occasion of May Day promoted a Declaration where conciliation with revisionism was evident, keeping in silence the betrayal in Nepal so as to sign it jointly with the prachandist party. In that Declaration besides other parties of well-known centrist tendency, was also involved the Communist Party of India (Maoist). Since then, that disguised centrism sheltered itself behind the "antiprachandist" cover of Kiran’s & Cia., being denounced, debated and unmasked by various Marxist Leninist Maoists organizations and especially fought in the centrist positions of the Maoists from Galicia. Still, the obstinate tendency to conciliate with the Nepali revisionism continued and now, as promoter of the International Conference in Hamburg, it changes itself into an "internationalist" Conference that distorts the true proletarian internationalism because, as the betrayal of the People's War in Nepal continues to be concealed and the traitors treated as comrades, their support to the People’s War in India will not go beyond the framework of bourgeois democrat solidarity, acceptable to imperialism and sufficient for opportunism, but not for revolutionary communism. This is a divergence of principle with respect to proletarian internationalism that prevents us from adhering to the International Conference in Hamburg.

A divergence of principle that prevents us from forgetting the words of Marx "Past experience teaches us how forgetting brotherly ties that should exist between the workers of different countries and that should encourage them to hold each other in all their struggles for emancipation, is punished with the common defeat of their isolated efforts", and obliges us to reaffirm our internationalist support to the just People’s War in India, to reject the political folly that condemns it as "armed revisionism", to defend that its perspective –as a part of the powerful World Proletarian Revolution and not of an  impotent bourgeois revolution- consists in that the proletarian Marxist Leninist Maoist line prevails in the point saying that politics directs the fusil, in the Communist Party of India (Maoist), to whom we renew our admiration, our support and respect without renouncing Marxist criticism among comrades.

A divergence of principle with regard to proletarian internationalism that urges us to hold strong the commitment of the Joint Declaration of December 26 The international unity of communists requires the defeat of revisionism and centrism! renewing the call to the comrades who signed it to fight for a general line of delimitation with all kinds of opportunism, whose defeat, in spite of sacrificing some immediate benefits, will be the true guarantee of the future victory of the World Proletarian Revolution on imperialism, and of the global triumph of the Proletarian Dictatorship, the only course of genuine Proletarian Internationalism.

15 November 2012

DECLARACIÓN DE APOYO
A LA GUERRA POPULAR EN LA INDIA
L'impérialisme, phase suprême du capitalisme mais aussi phase d'agonie et de décomposition du système capitaliste mondial, a été et reste un parasite au progrès de la société, un obstacle, un destructeur de l'homme et de la nature. L'idée d'un nouveau modèle de capitalisme qui ne serait pas impérialiste est un rêve petit bourgeois. L'idée d'une défaite de l'impérialisme qui n'en passerait pas par la révolution prolétaire mondiale est dans les faits une apologie de l'impérialisme. En particulier si l'opportunisme n'est pas lui aussi détruit. À l'impérialisme succédera la Société Socialiste pour la Révolution Prolétaire Mondiale, société opérant sous la dictature du prolétariat et qui mènera à la Société Communiste. Cette dernière ne connaîtra ni exploitation de l'homme par l'homme, ni distinctions de classe ni guerre ni État.

Contre la Révolution Prolétaire Mondiale – c'est-à-dire contre la tendance historique principale à l'époque du capitalisme moribond – s'élève la bourgeoisie des pays impérialistes associée aux classes réactionnaires de tous les pays oppressés. Ils prétendent éviter le système impérialiste mondial d'oppression et d'exploitation pour la raison que le dit système serait dépassé et incompatible avec l'existence d'une société. Ce système se déguisait jusqu'ici dans les habits de la liberté, de l'égalité et de la démocratie mais la crise économique actuelle a fait voler cette illusion en éclat, révélant par la-même l'accumulation et la concentration colossale du capital et des richesses dans les mains des propriétaires privés et des groupes monopolistiques et parasitaires. Le contraste avec la misère qui accable ceux dont le travail produit pourtant la richesse n'en est que plus criant. Face au drame que comporte une telle réalité, résister n'est plus suffisant. La Révolution est nécessaire!

L'Inde est un matériau exemplaire et gigantesque de cette situation. C'est une ruche d'exploitation, où le salaire esclavagiste est renforcé par d'autres formes plus anciennes d'exploitation. Un milliard de travailleurs sont ainsi sous la coupe d'une classe dirigeante minoritaire qui s'arroge toute la richesse, aidée en cela par ses partenaires et maîtres impérialistes. L'Inde est une prison sous-continentale où, sous la bannière de la démocratie a lieu la dictature sanglante de la bourgeoisie, des propriétaires terriens et des impérialistes sur la classe travailleuse, avec notamment des opérations militaires telles que l' « Operation Green Hunt » contre la juste rébellion des plus pauvres travailleurs du pays.

Les contradictions sociales particulièrement aigües que connaît l'Inde ont fait de cette dernière un bastion avancé de la Révolution Prolétaire Mondiale. Le Parti Communiste d’Inde (maoïste) mène les masses oppressées et exploitées dans leur Guerre Populaire contre la puissance politique et économique des oppresseurs et exploiteurs, natifs ou étrangers. Le but en est la déstabilisation et la destruction de l'État réactionnaire et la construction d'une société de travailleurs et d'agriculteurs. Les zones libérées de la puissance militaire de l'exploiteur laissent d’ores et déjà entrevoir les prémices d'une telle société. Elle s'appuie sur l'établissement d'un Gouvernement du Peuple qui a l'appui de la Milice populaire, milice sur le modèle de laquelle prendra place un armement général du peuple et une Dictature du Prolétariat.

L' « Operation Green Hunt » est un composant de la guerre réactionnaire et injuste contre le peuple indien. Non seulement les travailleurs, les paysans et les différentes tribus, mais aussi les forces démocratiques et progressistes en Inde et au-dehors condamnent cette opération.

La Guerre Populaire est au contraire une guerre révolutionnaire juste. Elle montre la voie d'une révolution en Inde contre l'État indien réactionnaire et protecteur des privilèges de classe des exploiteurs. Cette Guerre Populaire nécessite le support des travailleurs et peuples du monde. Cette solidarité se construit petit à petit, comme le montre la célébration annuelle du premier mai.

La Guerre Populaire en Inde nécessite le support et la solidarité des révolutionnaires, en particulier des communistes Marxistes Léninistes Maoïstes du monde entier, en accord avec les principes de internationalisme prolétarien. Ce soutien ne s'inscrira pas dans les limites de l'État démocratique bourgeois mais les dépassera. Il ne se contentera pas, comme les soi-disant démocrates et progressistes, de demander le respect des droits humains vénérés par la bourgeoise, il ne se contentera pas d'agiter le drapeau bourgeois de l'égalité, de la liberté et de la fraternité, bref, de la démocratie pour les riches et de la dictature pour les pauvres.

L'internationalisme prolétarien est diamétralement opposé cette falsification opportuniste de l'internationalisme qui s'élève contre l'impérialisme américain pour supporter l'impérialisme européen et asiatique, qui en mot jure défendre la révolution prolétaire mondiale mais qui dans les faits a peur de l'impérialisme, qui trahit la Guerre Populaire et la vend au parlement bourgeois, qui abandonne la lutte armée pour accepter la dictature de la bourgeoise, qui renonce à une révolution menée par le Prolétariat, qui n'est que la version dépassée d'une apologie de l'ancienne révolution bourgeoise. Ce rôle repoussant est celui joué par le Parti Communiste du Népal (Maoïste) depuis l'année 2006.

L'essence de l'internationalisme prolétarien est l'engagement, le support et le combat en vue d'une victoire de la révolution prolétarienne mondiale sur l'impérialisme allant dans le sens historiquement nécessaire d'un triomphe global de la Dictature du Prolétariat. Suivant un des principes fondamentaux de la théorie Léniniste de l'impérialisme suivant lequel sans la défaite de l'opportunisme la lutte contre l'impérialisme est une phrase vide de sens, toute conciliation avec l'opportunisme déforme et sape le véritable internationalisme prolétarien.
A Hambourg se tiendra bientôt une Conférence Internationale pour le Soutien de la Guerre populaire en Inde (International Conference in support of the People'sWar in India), dirigée et promue par le Parti Communiste d’Italie (Maoïste), qui a été critiqué pour sa réconciliation avec les révisionnistes népalais. Malgré ces critiques le Parti Communiste d’Italie (Maoïste) n'a pas reconnu ses erreurs et a persisté dans son soutien de la fraction révisionniste Kiran [chef du « nouveau » CPN (m)], fraction qui défend la tactique de la paix consentie, qui se sent liée par le pacte de trahison contre la Guerre Populaire, fraction qui est encore crédule  face aux promesses de la démocratie bourgeoise et qui se soumet à l'impérialisme chinois.

Brandir le drapeau du soutien à la Guerre Populaire en Inde tout en étant en accord avec des positions qui trahissent la Guerre Populaire au Népal au nom du communisme et de l'internationalisme est une absurdité et une falsification de l'internationalisme prolétarien. L'avantage immédiat de la solidarité internationale qui se tient dans les limites de la démocratie bourgeoise sacrifie le contenu révolutionnaire de l'internationalisme, parce que cette position prévient l'unité des communistes pour une juste cause comme la Guerre Populaire en Inde.

En Avril 2011, malgré les discussions et les critiques contre le révisionnisme centriste et complaisant népalais, certains ont donné un support théorique et pratique à la Semaine de Solidarité avec la Guerre Populaire en Inde, comme le Parti Communiste italien (Maoïste), le même parti qui, à l'occasion du Premier Mai, a fait une déclaration ouvertement conciliante avec le révisionnisme pour éviter de trahir le parti prachandiste et pour pouvoir signer ce document en commun avec eux. Ce parti prachandiste contient pourtant des tendances centristes reconnues, tout comme le Parti Communiste indien (Maoïste). Depuis lors, ce centrisme déguisé se cachant derrière l'étiquette prachandiste de Kiran et compagnie a été débattu, démasqué et dénoncé par de nombreuses organisations Marxistes Léninistes Maoïstes et tout spécialement combattu dans la forme qu'il adopte chez les Maoïste de Galice. En persistant à être conciliant avec le révisionnisme népalais et en soutenant la Conférence Internationale de Hambourg, la Conférence devient un « internationalisme » qui déforme le véritable internationalisme prolétarien. Il est clair que ceux qui approuvent la trahison de la Guerre Populaire au Népal et se considèrent comme camarades des traîtres ne pourront pas aller plus loin dans leur support de la Guerre Populaire en Inde que n'est capable d'aller la solidarité bourgeoise démocrate, solidarité acceptée par l'impérialisme et suffisante pour un opportunisme, mais pas pour un communisme révolutionnaire. C'est là une différence de principe qui nous empêche d'adhérer à la Conférence Internationale de Hambourg.

Une divergence de principe ne devrait pas faire oublier les mots de Marx : « Les expériences passées nous enseignent que l'oubli du lien de fraternité qui devrait exister entre les travailleurs de différents pays et du fait que les travailleurs devraient s'aider mutuellement dans leurs différentes luttes pour l'émancipation, cet oubli est puni par la défaite commune de leurs efforts isolés. » C'est pourquoi nous réaffirmons notre support internationaliste à la juste Guerre Populaire indienne, rejetons la stupidité politique qui la condamne comme « révisionnisme armé » et la défendons comme partie de la puissante Révolution Prolétaire Mondiale s'inscrivant dans la ligne selon laquelle le parti commande au fusil. Nous renouvelons notre admiration et notre support au Parti Communiste indien (Maoïste) sans abandonner pour autant la critique marxiste entre camarades.

Cette divergence de principe par rapport à l'internationalisme prolétarien nous pousse à réaffirmer notre engagement en faveur de la Déclaration Commune du 26 Décembre 2011 : L'unité internationale des communistes exige la défaite du révisionnisme et du centrisme! Nous renouvelons également notre appel aux camarades pour délimiter une ligne générale de démarcation d'avec toutes les espèces d'opportunisme. Bien que la défaite de l'opportunisme puisse nous empêcher de profiter de certains bénéfices immédiats, c'est en cette défaite que réside la garantie de la victoire future de la révolution prolétarienne mondiale sur l'impérialisme, et le triomphe de la dictature du prolétariat, seule voie de l'internationalisme prolétarien.

15 Novembre 2012
Arab Maoists
Centre Marxiste-Léniniste-Maoïste - Belgique
Colectivo Odio de Clase – Estado Español                                             
Grupo Reconstrucción - PERUCRPM – Estado Español
Organización Comunista Bandera Roja – Estado Español
Partido Comunista del Ecuador Sol Rojo
Partido Comunista (Marxista-Leninista) de Panamá
Unión Obrera Comunista (MLM) - Colombia
Partido Comunista del Perú - Comité Base Mantaro Rojo.